Piel de oso
Un cuento de los hermanos Grimm
Un cuento de los hermanos Grimm
Por: Rosa Pereiro
Óscar era un niño que vivía con sus padres en un pueblecito en la orilla del mar.
Todos los días iba con su perro a pasear por la playa y soñaba con viajar a través del mar y conocer otros mundos que él imaginaba maravillosos...
Un día, cuando estaba sentado en la playa vio que su perro «Lotus» traía una caracola entre sus dientes y jugaba con ella. De pronto oyó una voz que decía:
-¡Por favor sálvame!
Autora: Pilar Alberdi
En el corazón del bosque vivían los tres cerditos, que eran hermanos.
Resulta que estos cerditos siempre eran perseguidos por un lobo que se los quería comer.
Para escapar de este lobo, los cerditos decidieron hacerse una casa.
El pequeño la hizo de paja, para acabar antes y poder irse a jugar.
Por su parte, el mediano, construyó una casita de madera.
Pero Al ver que su hermano pequeño había terminado ya, se dio prisa para irse a jugar con él.
Mientras tanto, el cerdito mayor trabajaba en su casa de ladrillo.
Autor: Pedro Calderón de la Barca - Madrid. España.1600
Cuentan de un sabio que un día tan pobre y mísero estaba que sólo se sustentaba de unas hierbas que comía;
-Habrá otro, -entre sí decía- más pobre y triste que yo?
Y cuando el rostro volvió, halló la respuesta viendo, que otro sabio iba cogiendo las hierbas que él arrojó.
Por: Inés de Cuevas - de su libro inédito "Algarabía de risas"
Una viejita Titiritaña vivía en su casa de la montaña con cinco nietos que la mimaban y un gato blanco que ronroneaba. Sus tres bisnietos bien la querían: le daban besos, la consentían y por las noches, mientras dormía todos sus postres ellos se los comían.
Titiritaña, patas de araña, salta la cuerda con una caña. Infla los globos de los festines parada -siempre- en sus dos patines. Es tan alegre la viejaraña que no se enoja cuando una extraña a ella le dice:
Autor: D.R.A
Una noche el cielo estaba muy oscuro, de ese negro que solo está cuando la luna brilla por su ausencia. De las chimeneas salían nubes de humo que llegaban muy alto. Se sorprendieron de no ver ninguna luz por allí arriba, pero poco a poco y sin que nadie se diera cuenta se fue disolviendo en el aire.
Las estrellitas se preguntaban unas a otras dónde estaría la dama de la noche, los barcos en el mar intentaban encontrarla en sus zonas, pero por ningún lado había un rayito de ella.
Fuente: por jesusina20 en www.todopapas.com/cuentos/navidad
Había una vez, una Cigarra muy despreocupada y sin sentido de la responsabilidad, que suelen vivir del trabajo de los demás. Cigarrita, era una de ellas. Siempre estaba o comiendo o durmiendo .Es lo único que sabía hacer.
Un día cigarrita, posada sobre un pétalo de una flor, observó a Hormiguita, que pasaba junto a ella cargada de alimentos hasta el cuello. Se dirigía al almacén del hormiguero:
Autor: Julio Garmendia - Venezuela
Chelita tiene un conejito; pero Chelita la de enfrente tiene un sapo. Además de su conejito, tiene Chelita una gata, dos perros, una perica y tres palomas blancas en una casita de madera pintada de verde. Pero no ha podido ponerse en un sapo, en un sapo como el de Chelita la de enfrente, y su dicha no es completa.
–Chelita –le dice–, ¡te cambio tu sapo por la campana de plata con la cinta azul!
Autor: D.R.A
Caía la noche y un gran manto de nieve, cubría el parque. Un parque tranquilo, donde el ruido dormía y sólo los murmullos de los animalitos se escuchaban en la oscuridad.
Tras la ventana de una casita hecha de hojas vivía la rana Lucy, era una ranita muy alegre, con grandes ojos y patitas cortas. Miraba embobada como los copos bajaban lentamente como si estuvieran bailando una danza.
En el parque también vivían otros animalitos, pero eran muy orgullosos y presumidos, sólo el grillo Guillermo quería de verdad a la ranita.