Doña María Castañas
Por: Inés de Cuevas - Venezuela. 1941
Doña María Castañas tenía diez hijos -también una tía- un perro, un gato y un queso reseco en un garabato que todas las noches el ratón mordía y... lamía el gato. Una mañanita de azul primavera a Doña María le dolía una muela: salieron el perro, el gato, la tía y le preguntaron que por qué gemía. Doña María, decía:
-Me duele una muela, es la muela de arriba, la del lado izquierdo la de la comía.