El 20 de julio y la independencia colombiana a través de plazas y parques bogotanos
Bogotá, la capital de Colombia, guarda en sus parques y plazas no solo belleza natural sino también relatos históricos alrededor del proceso de independencia. Este recorrido nos invita a explorar estos emblemáticos espacios que ayudan a mantener vivas las luchas nacionales: sus causas, sus consecuencias y su legado, a propósito de la conmemoración de este sábado 20 de julio (festivo).
La historia de la independencia en Colombia, marcada por el grito del 20 de julio de 1810, representa un momento crucial en la historia del país, donde personajes como Simón Bolívar y Policarpa Salavarrieta lucharon por la libertad y la soberanía. Conmemorar esta fecha en Bogotá, a través de su rico patrimonio cultural conformado por lugares como la Plaza de Bolívar, la Casa Museo de la Independencia o el Parque Nacional Enrique Olaya Herrera, entre muchos otros, dignifica la historia y fortalece el sentido de identidad nacional. Estos espacios emblemáticos permiten a los y las colombianas y visitantes conectarse con su historia, reflexionar críticamente sobre los valores de libertad y justicia, y celebrar la herencia cultural del país que habita en las calles de Bogotá.
Parque del Centenario
De acuerdo con el IDPC, el parque del Centenario, inaugurado el 24 de julio de 1883, fue un parque diseñado por Pietro Cantini y albergó jardines, árboles, pilas de bronce, asientos de madera, un lago y un carrusel infantil. Su característica más destacada era un templete con una estatua de Simón Bolívar en el centro. Este diseño se mantuvo hasta 1925. Entre 1925 y 1947, el parque fue rediseñado por Arturo Jaramillo, quien modificó los jardines y caminos, añadió prados, candelabros de luz eléctrica y retiró la reja circundante. También incorporó monumentos de figuras históricas como Juan José Rendón, Atanasio Girardot, José María Córdoba y Antonio Ricaurte. A pesar de estas renovaciones, el parque sufrió un gran deterioro y desapareció con las modernizaciones de mediados del siglo XX.
Foto: IDPC
La creación del parque del Centenario en 1883, junto con la construcción de la primera línea de tranvía en 1884 y el Ferrocarril del Norte en 1889, transformaron radicalmente el norte de la ciudad. Un ejemplo notable de este cambio fue el parque construido por el inmigrante judío-alemán Leo Siegfried Kopp en 1891, considerado la primera fábrica moderna de Colombia por su tamaño y organización. En 1949 fue destruido para excavar el viaducto de la avenida 26.
Parque de la Independencia
El Parque de la Independencia, establecido en 1910 para celebrar el centenario de la independencia de Colombia, no solo ofrece un refugio de calma en la ciudad, sino que también rememora la historia nacional con monumentos y esculturas de los héroes de la independencia. Inicialmente, en 1907, bajo la presidencia de Rafael Reyes, el área al oriente del parque del Centenario acogió un concurso agrícola e industrial, requiriendo la adecuación del terreno con caminos y edificaciones temporales, según el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC).
Foto: Empresa Metro de Bogotá
Tres años más tarde, el 23 de julio de 1910, se inauguró oficialmente el parque de la Independencia con la Exposición Agrícola e Industrial, celebrando los cien años de la República de Colombia. Este evento, con pabellones, kioscos, numerosas esculturas y bustos, destacó la prosperidad alcanzada por la nación y su proyección futura. Junto con el parque del Centenario, este espacio innovador en la ciudad republicana evocaba la memoria de la independencia, proponiendo nuevas formas de convivencia urbana.
Parque Nacional Enrique Olaya Herrera
El Parque Nacional Enrique Olaya Herrera, inaugurado en 1934, es un extenso y emblemático espacio verde en Bogotá, estrechamente vinculado a la historia de Colombia y su independencia. Con más de 283 hectáreas, ofrece jardines, bosques y senderos, y es notable su Monumento a los Héroes de la Independencia, una estructura que rinde tributo a los líderes y combatientes como Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y Policarpa Salavarrieta. Este parque, además de un lugar de esparcimiento, recientemente ha sido ocupado también por integrantes de la comunidad embera, quienes les exigen mejores condiciones de vida al Gobierno distrital y nacional.
Monumento a Rafael Uribe Uribe en el parque Nacional de Bogotá. Foto: Felipe Restrepo Acosta
Museo Casa de la Independencia
La Casa Museo de la Independencia, ubicada en La Candelaria, fue el escenario de conspiraciones cruciales para el grito de independencia del 20 de julio de 1810. Hoy es un museo que conserva su arquitectura colonial y ofrece una detallada visión de los eventos y personajes de esa época. Exhibe documentos históricos, objetos personales de los próceres y mobiliario de la época, permitiendo a los y las visitantes explorar las habitaciones y comprender el proceso independentista.
Además de su valor histórico, el Museo Casa de la Independencia es un centro educativo y cultural que organiza actividades pedagógicas, visitas guiadas y eventos conmemorativos.
Quinta de Bolívar
La Quinta de Bolívar, situada en las faldas del cerro de Monserrate en Bogotá, es una casa-museo que ofrece un vistazo a la vida de Simón Bolívar, quien residió allí entre 1820 y 1830. Restaurada para reflejar su estado original, la casa y sus jardines coloniales transportan a los y las visitantes al siglo XIX. El museo alberga objetos personales, muebles y documentos de Bolívar y otros personajes de la época, decorados para representar con precisión el estilo de vida de su tiempo.
Además de su valor histórico, la Quinta de Bolívar es un centro cultural que organiza actividades educativas, visitas guiadas y exposiciones temporales. Este lugar celebra el legado de Bolívar y sirve como recordatorio del arduo camino hacia la independencia y la formación de Colombia.
Plaza de Bolívar
La Plaza de Bolívar, el epicentro de la vida política y social de Bogotá, es un lugar lleno de historia y un punto de encuentro para la reflexión sobre la libertad y la justicia. Rodeada por edificios como el Capitolio Nacional y la Catedral Primada, la plaza es el escenario principal de las celebraciones del 20 de julio, Día de la Independencia de Colombia. En esta fecha, la plaza se llena de actos oficiales, desfiles militares y eventos culturales, con la estatua ecuestre de Simón Bolívar en el centro, simbolizando el liderazgo del Libertador.
Más allá de las festividades anuales, la Plaza de Bolívar es un espacio de constante actividad cívica y social, albergando manifestaciones de movimientos sociales, encuentros culturales y actos oficiales de Gobierno. Este lugar es un testimonio del pasado y un escenario donde se forja el futuro de Colombia, con todas sus contradicciones.
Mauromed, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons
Parque del Bicentenario
Consciente de la gran pérdida que significó la destrucción de este conjunto de parques, la Administración distrital promovió su reconstrucción a comienzos del siglo XXI para celebrar los doscientos años de la Independencia. Siguiendo los diseños del arquitecto Rogelio Salmona, en el año 2016 se inauguró el parque del Bicentenario, que buscó reconectar el sector de la Biblioteca Nacional y el Museo de Arte Moderno con el remanente del antiguo parque de la Independencia.
Un jardín y un parque inmenso para una ciudad en expansión.
De acuerdo con el IDPC, el aumento de la población de Bogotá durante el siglo XX y su sucesiva expansión urbana demandaron la multiplicación de espacios de recreación en distintos lugares de la ciudad. El conjunto de parques que conforman el Jardín Botánico José Celestino Mutis y el Parque Metropolitano Simón Bolívar, dos espacios estrechamente ligados a la memoria de la Independencia, constituyen un buen ejemplo de la actualidad del legado de la Ilustración, que promovió la formación de un sentimiento nacionalista, y también de la continuidad de la figura del Libertador en la conformación del espacio urbano bogotano.
Parque Simón Bolívar
El Simón Bolívar, el parque urbano más grande de Bogotá, no solo es un lugar para el esparcimiento y la recreación sino también un espacio para recordar. En sus amplias áreas verdes se celebran eventos culturales y conmemoraciones que mantienen viva la memoria de la independencia.
Según el libro "Espacio Bicentenario. La Independencia en Bogotá" del IDPC, en 1968, Bogotá fue la sede del 39.º Congreso Eucarístico Internacional al que asistió el papa Pablo VI, el primer pontífice que pisó suelo colombiano. El papa realizó varias misas campales en la ciudad, para lo cual se adecuó un gran terreno de la hacienda El Salitre, donde se construyó un templete. Después de la visita, estos terrenos permanecieron sin urbanizar hasta 1979, cuando el Gobierno nacional propuso construir allí “un parque popular destinado a honrar la memoria del Libertador” al cumplirse doscientos años de su nacimiento.
El diseño del parque estuvo a cargo de un equipo de expertos colombianos y japoneses, liderado por el arquitecto Arturo Robledo de la Universidad Nacional de Colombia. La primera etapa del Parque Metropolitano Simón Bolívar se culminó el 22 de julio de 1983 y, desde entonces, se convirtió en el más grande e importante parque de la ciudad, escenario no solo de actividades deportivas, recreativas y contemplativas, sino también de eventos masivos, como encuentros culturales, festivales y conciertos.
Del Bosque popular al Jardín botánico
En la década de 1940, el Concejo de Bogotá promovió la formación del Bosque Popular, un campo recreativo al occidente de la ciudad, en terrenos de la antigua hacienda El Salitre, que contaría con zonas de recreación activa y pasiva para el beneficio de los bogotanos. Sin embargo, este proyecto nunca se ejecutó. Con los años, sus terrenos fueron destinados a albergar distintas entidades, como la Universidad Libre y la Armada Nacional, y a la organización de un jardín botánico, según el IDPC.
El diseño original proyectó que el Bosque Popular contendría un “Bosque Panamericano” como homenaje a las naciones libres que se formaron en América. Sin embargo, este bosque nunca se realizó. En cambio, en 1955, sus terrenos fueron destinados a la construcción de un jardín botánico “con el propósito de proporcionar a sus visitantes descanso y enseñanza”. Su promotor fue el sacerdote y botánico Enrique Pérez Arbeláez, quien retomó el legado de José Celestino Mutis en el siglo XX y quien propuso darle el nombre del científico español al jardín, según el IDPC.
Monumentalizar la Independencia
Según el IDPC, Bogotá ha conmemorado la independencia con bustos, esculturas y placas en espacios públicos. La ciudad cuenta con 54 monumentos de este tipo. Sin embargo, muchos han sido reubicados debido a modernizaciones urbanas, lo que ha afectado su protagonismo y relación con la ciudadanía, llevando a su deterioro en algunos casos.
Policarpa, la heroína de un barrio
En la década de 1960, movimientos populares luchaban por derechos y mejor calidad de vida. Surgió el barrio Policarpa Salavarrieta, donde un grupo de personas ocupó terrenos para construir viviendas. Tras una confrontación con la policía en 1966, el barrio se consolidó. En 1972, se creó la localidad de Antonio Nariño, que incluye este barrio, honrando a figuras de la Independencia como Policarpa Salavarrieta.
Barrio 20 de julio
Salomón Gutt y Rubén Possin urbanizaron un barrio en 1920, nombrándolo ‘20 de julio’ en honor a la fecha de la independencia. El barrio se volvió significativo cuando en 1935 el sacerdote salesiano Juan del Rizzo promovió la devoción al Divino Niño del 20 de Julio, creando un vínculo entre la inmigración judía y la religión católica. Este barrio se volvió relevante y significativo para la clase obrera.
Monumento a la batalla de Ayacucho, Sucre y Córdoba
En conmemoración del centenario de la batalla de Ayacucho, que marcó la independencia definitiva de América del Sur, el Gobierno ordenó un monumento para José María Córdoba y Antonio José de Sucre. Diseñado por Julio González Pola, se inauguró en 1930 en la plazuela de Ayacucho, cerca de la Casa de Nariño. En 1979, se trasladó al oriente de la Casa de Nariño debido a la ampliación de la carrera 7ª.
Busto a Camilo Torres
Este busto fue inaugurado en 1910 en el parque del Centenario. Diseñado por Charles Roul Verlet, permaneció allí hasta 1921 cuando se trasladó a la plazuela frente a la iglesia de la Capuchina. Desde 1909, este lugar se llama plazuela Camilo Torres.
Otros monumentos
Monumento a los héroes ignotos: originalmente en el parque de la Independencia en 1910, fue trasladado y reinstalado varias veces, actualmente en la glorieta de la calle 63 con carrera 60.
Monumento a José Prudencio Padilla: Inaugurado en 1965 para conmemorar los 140 años de la batalla de Maracaibo, está ubicado en la avenida del Parkway con calle 37.
Templete de Bolívar: Diseñado por Pietro Cantini y Luigi Ramelli, se construyó en el parque del Centenario y fue trasladado al parque de los Periodistas en 1958. Contiene una estatua de Bolívar que fue removida y reinstalada varias veces.
Mártires restaurados: El monumento a los Mártires de la Patria ha sido impactado por la modernización urbana. Inaugurado en 1880 y ubicado en la prolongación de la avenida Caracas, sufrió modificaciones y actualmente está en proceso de restauración por el IDPC.
Los héroes cabalgan hacia el norte: Inaugurado en 1963, el Monumento a los Héroes en la avenida Paseo de los Libertadores conmemora las fechas y personajes de la independencia. Incluye una estatua ecuestre de Bolívar, trasladada en 1962 a su ubicación actual.
La Pola, más que cerveza: En 1894, el Concejo de Bogotá renombró la plazuela de las Aguas por Policarpa Salavarrieta. Se erigió una estatua en 1910, sustituida en 1968 por una de cobre. En 1911, Bavaria lanzó una cerveza llamada "La Pola" en su honor.
Un Santander moderno: La estatua de Santander se ordenó en 1850 y se instaló en 1878 en la plaza de San Francisco. El entorno ha cambiado drásticamente, con la plaza Santander hoy mostrando arquitectura moderna. En 1963 se reemplazó el pedestal del monumento.
Un Bolívar que se mueve: La estatua de Bolívar en la plaza Bolívar fue la primera en el espacio público. Inicialmente encargada por Ignacio Paris Ricaurte, se ubicó en la plaza Mayor en 1846. La estatua ha cambiado de orientación varias veces, reflejando la evolución de las élites gobernantes respecto a la nación.
Recorrer estos parques, monumentos y lugares emblemáticos de Bogotá es una manera de conectarse con la rica historia de Colombia. Cada sitio es una oportunidad para aprender sobre el pasado, mientras se disfruta de la belleza que estos espacios verdes y llenos de historia proporcionan.
Para más información sobre los recorridos y actividades, puedes visitar la página oficial del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural.