José Beltrán, comerciante de ruda en la Plaza Distrital Samper Mendoza
Foto: SCRD

Plaza de las hierbas: una mezcla de aromas medicinales y esotéricos en Bogotá

Se trata de la Plaza Distrital de Mercado Samper Mendoza, también conocida como la Plaza de las hierbas medicinales.

Es una de las plazas más particulares de la ciudad, ya que su mercado es exclusivamente de hierbas y plantas para la cocina, medicinales, esotéricas y hasta ornamentales.

En este lugar, ubicado en la localidad de Los Mártires, contiguo a la Plaza de Paloquemao se pueden encontrar más de 500 especies de plantas, siendo el principal centro de acopio de este tipo de productos en Bogotá y sus municipios aledaños.

José Beltrán y Rosalbina Garzón nos comparten en este episodio del pódcast Cultura en Bogotá, un poco de su sabiduría medicinal ancestral e historia de este emblemático lugar, ya que llevan 30 años trabajando como yerbateros de la Plaza Samper Mendoza.

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Escucha el episodio de la Plaza de las hierbas, aquí:

Introducción: Esto es cultura en Bogotá, un pódcast de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.

Cortinilla:

Esto es Cultura en Bogotá, un pódcast de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte. 

Periodista:

Hoy estamos desde la Plaza Distrital Samper Mendoza, también conocida como la Plaza de las Hierbas. Es una plaza ubicada en la localidad de Los Mártires, muy cerca del centro de Bogotá, contigua a la Plaza de Paloquemao. Es una plaza donde se pueden encontrar plantas aromáticas, dulces, amargas, para remedios, para baños, para riegos, también productos esotéricos. Es una plaza que funciona las 24 horas y surte a muchos de los locales de la ciudad. El día de hoy nos acompaña don José, él trabaja en la plaza desde hace 30 años, lo conocen como Toronjil y vende ruda. 

José Beltrán:

Buenas noches, mi nombre es José Beltrán, uno de los 170 pioneros e itinerantes en esta Plaza Samper Mendoza. Esta plaza antiguamente fue famosa acá en Bogotá, debido a que venían muchos personajes conocidos, expresidentes, en fin, la mayoría de políticos venían acá a piquetear, porque existían las famosas picadas. La chicharronada y la exquisita fritanga que había en ese tiempo. 

Periodista:

Don José, ¿hace cuánto existe la plaza Samper Mendoza?

José Beltrán:

Esto lleva, pienso, desde el año 1935. Esta plaza, como recalco, fue una de las mejores a nivel Bogotá. Después de que se fundó la Plaza de Paloquemao en el año 1960, le quitó fuerza a esta plaza debido a que eran mejores instalaciones, mejor locación. Esta plaza antiguamente no era la plaza del Samper Mendoza, esta plaza se llamaba Plaza del Nordeste, porque colindaba con el ferrocarril del Nordeste. Dicho ferrocarril salía de la estación de La Sabana. Había dos líneas, una salía a las 6:00 H de la mañana, la del ferrocarril del Nordeste, salía hasta Girardot, hacia el sur. Y el otro servicio de tren salía a las 6:15 H de la mañana, hasta Barbosa, Santander. Debido a esto, aquí, al frente, donde son actualmente los conjuntos cerrados de Usatama, eran los talleres de los ferrocarriles, a los cuales llegaban los vagones y las góndolas en las que transportaban el carbón, la piedra y demás productos y minerales. Este terreno fue otorgado por un señor el cual se llamaba Ernesto Samper Mendoza. Por eso cambió de nombre.

Periodista:

¿Y su merced siempre ha vendido los mismos ‘puchitos’? 

José Beltrán:

Actualmente estoy vendiendo ruda, solo ruda. -Dios le bendiga, qué pena- (Interrupción). Cuando empecé a llegar acá vendía altamisa, verbena, destrancadera, hierbas amargas, que llamaban en ese tiempo, pero empezaron a llegar más y más itinerantes y vendedores, entonces, hubo mucha competencia. Yo antiguamente fui pudiente vendiendo mucho toronjil, este toronjil sirve para contrarrestar, la enfermedad del corazón, aunque es indicado tomar en poca cantidad porque el agranda el tamaño del corazón y produce un poco de taquicardia. Hay 1.770 especies de plantas que se conocen actualmente con sus propiedades, fuera de las que tenemos en nuestras selvas colombianas, las cuales no han sido explotadas para saber qué propiedades tienen. Acá hay hierbas aromáticas, hierbas amargas, hierbas dulces, hierbas esotéricas y hierbas ornamentales y quizá hierbas para alimento de animales. Esta ruda se produce acá en la sabana de Bogotá, se produce en Granada, Cundinamarca, en medio de Fusagasugá y Silvania. Esta sirve para contrarrestar la fiebre; sirve para arreglos florales; sirve para consumirla con huevo tibio cuando la mujer da a luz, pues la matriz de ella queda débil; también la flor llega a un término de vida y ella se va a volver una pepa. Esta pepita sirve para contrarrestar el dolor de oído. Se envuelve en una pizca de algodón y se introduce dentro del tímpano. No totalmente, sino sobrepuesta en el oído para contrarrestar el dolor. Esto lo utilizan también para riegos y baños. Aconsejó a las mujeres, que, si quieren asumir esta gran oportunidad, para que haya abundancia, para que nunca le falte el dinero dentro de su cartera, créanlo, es una realidad, la carguen siempre y la conserven en el bolsillo derecho y los hombres la carguemos en el bolsillo izquierdo.

Periodista: 

 Su merced, ¿donde nació?, don José. 

José Beltrán: 

Soy nacido aquí en Bogotá, pero soy hijo de padres boyacenses. Mi padre era de Siachoque, Boyacá y mi mamá de Miraflores, Boyacá, la cual queda en límites con Casanare, en los Llanos, tierra caliente.

Periodista:

¿Su merced, dónde aprendió todo esto de las plantas? 

José Beltrán:

De mis ancestros, de mis abuelos. Mis abuelos eran yerbateros, hoy en día como homeópatas. Antiguamente las enfermedades la contrarrestaban con cualquier cantidad de plantas. Nuestros abuelos, tatarabuelos, en fin, ellos echaban un pucho, por decir, de hierbabuena, en la boca. La mascaban y la persona que tuviese dolor de estómago, dolor de muela, dolor de brazo, articulaciones, la mascaban y también se ponían plasmas en la parte en la que aquella persona sintiera el dolor.

Periodista:

Don José, y ¿qué es lo que más le gusta de ser yerbatero?

José Beltrán:

Darle consejos a la gente de estas hierbas que se encuentran acá dentro de esta plaza, que son una maravilla, son una obra que papá Dios ha puesto para que conservemos más y más nuestra salud. 

Periodista:

Don José, ¿Por qué la Plaza Samper Mendoza se visita de noche?

José Beltrán:

Porque está el mercado abierto. Esta es la única plaza que existe en Colombia, la cual trabaja las 24 horas continuas, porque esta plaza, escuche bien, esta plaza es la que surte a todas las plazas, incluyendo el gran acopio que es la plaza Corabastos. Vienen los comerciantes de todas las plazas a mercar en las horas de la noche, y como acaban de mercar en la noche, se van para sus distintas ciudades, instalaciones y puestos en la madrugada para llegar a vender en el día. Los días lunes y los días jueves, que es el mercado grande, ya los otros días, como son miércoles, jueves en la madrugada, sábado y domingo, esta plaza abre sus puertas a las 3:00 H de la mañana. 

Periodista: 

¿Cómo es un día a día de don José? Acá en la plaza su merced, ¿A qué horas llega? ¿Trae la ruda o se la traen y la descarga? Cuéntenos cómo es.

José Beltrán: 

El día de mercado llego a las 6:30 H de la tarde y mi producto, la ruda, me lo entregan a las 7:00 H de la noche. 

Periodista:

¿Y hasta qué horas está en la plaza?

José Beltrán.

Toda la noche hasta las 9:00 H de la mañana del día siguiente.

Periodista:

¿El pucho de ruda en cuanto está ahorita?

José Beltrán.

 Está oscilando entre $20.000 y $22.000, en peso 10 libras.

Periodista:

¿Y en la noche de mercado ‘su mercé’ alcanza a vender toda esta carga?

José Beltrán:

Por ahí hasta las 7 o 7:30 H de la mañana ya estoy terminando.

Periodista:

 En la Plaza Samper Mendoza ¿qué más encontramos? Acá vemos que hay unos negocios que venden unos frascos con unos colores ¿qué hay ahí?

José Beltrán:

Productos esotéricos: riegos, perfumes, jabones, esencias y demás. 

Periodista: 

Don José, haga una invitación a las personas que nos escuchan.

José Beltrán:

Les aconsejamos que vengan y nos visiten aquí a la plaza Distrital Samper Mendoza, la cual queda ubicada en la carrera 25, entre calles 22 y 22 B, es central, es de fácil acceso para la llegada. 

Periodista:

Muchas gracias, don José, por haber estado en Cultura en Bogotá.

José Beltrán:

Muy amables, muchas gracias, he dicho.

Cortinilla:

 Es Cultura Rural, una apuesta por fortalecer las tradiciones culturales y recreo deportivas de la ruralidad de Bogotá. 

Periodista: 

Desde que uno llega a la plaza antes de entrar, se siente el olor a hierbabuena, a ruda, a caléndula, a todas las plantas que se venden en la plaza. Los carretilleros pasan muy apresurados, chiflando para que las personas abran camino y los compradores van mirando y ya tienen sus puestos de confianza para llevar los productos para distribuir. Los y las vendedoras están con ruanas, porque como se trabaja de noche, entonces pues el frío es apremiante. 

También nos acompaña la señora Rosa, ella vende diferentes plantas y trabaja en esta plaza desde hace 35 años. 

Cuéntenos, ¿cómo ha sido su vida en el mundo de las hierbas? 

Rosalbina Garzón:

Pues mi vida en el mundo de las hierbas, pues de que yo aprendí, ha sido muy bueno, porque acá en esta plaza el Samper Mendoza, que es la plaza de las hierbas medicinales, es la plaza del campesino. 

Periodista: 

¿Cuánto tiempo lleva vendiendo hierbas?

Rosalbina Garzón:

Yo principié a aprender en Abastos, cuando yo salí con mi suegro y mi cuñada, que ellos vendían. Llevaban lo de la casa, entonces yo me iba a acompañarnos y ahí fue donde yo aprendí. Yo duré 18 años en Abastos, en la zona de las flores.

Periodista:

 ¿Y qué plantas vende su merced? 

Rosalbina Garzón:

Acá vendo de hartas plantas medicinales, hay la hierbabuena, la albahaca, la limonaria, el cidrón, el toronjil, la cicuta… hay muchísimas, muchísimas, hay 500 y pico de plantas medicinales en esta plaza.

Periodista:

¿Y qué planta se puede usar para un baño?

Rosalbina Garzón:

 Para un baño, cuando la persona está regular, se hacen las 7 hierbas amargas. 

Periodista:

¿Y esas cuáles son?

Rosalbina Garzón:

 La cicuta, la altamisa, la verbena, la bretónica, la ruda, los angenjos. 

Periodista:

¿Y las plantas, cómo se preparan? 

Rosalbina Garzón:

Se machacan y se echan en un balde y de ahí se van revolviendo y se va sacando la agüita que se necesita, y luego echa más agua para rendirla. No hay que cocinarla, porque si se cocina, se dañan las energías de las plantas.

Periodista: 

¿Y uno se tiene que bañar en algún día especial? 

Rosalbina Garzón:

No, todo es la voluntad de Dios, primero la mano de Él y después nosotros.

Periodista:

¿Hasta cuándo piensa trabajar en la plaza? 

Rosalbina Garzón:

Hasta cuando Dios me de mi salud, mami. Mis hijos me dicen que no trabaje, pero yo en la casa no me amaño, yo llevo 50 años en este arte. 

Periodista:

¿Alguno de sus hijos trabajan con las plantas?

Rosalbina Garzón:

No. Uno vino a reemplazarme cuando fue la pandemia, pero de resto, no, porque cada uno tiene su trabajo.

¿Le ha enseñado a alguien de este saber?

 A varias personas, que han venido de lejos, en veces con problemas, y si uno sabe, pues uno tiene que ayudarlas, porque eso es lo que Dios le dice a uno. Ayuda a una persona así no te agradezca, no importa. Por ejemplo, los cálculos al hígado: se toma uno el aceite de oliva con la piña o el jugo de naranja, se toma un pocillo, deja media hora. Y tome jugo coma piña, toda la que quiera para que los cálculos vayan ablandando, pero eso sí, da mucho dolor cuando principian ablandar los cálculos, para desalojarlos. Cuando están pequeños, porque cuando están grandes si ya no se puede. 

Periodista:

Bueno, muchas gracias por habernos acompañado.

Rosalbina Garzón:

No, señora, muy amable, que estén muy bien. Y acá los invito a que sigan viniendo. Acá esperamos a todas las personas que nos estén oyendo, los invitamos a que vengan a conocer a nuestra plaza de las hierbas medicinales que hay. 

Sonido ambiente: 

- ¿Qué le doy señora Nancy ¿De todo un poquito?

- ¿Va a llevar el paquete de cidrón?

- ¿Una hierba buena, o dos? 

-Ya traigo el romero y una albahaca, mami. 

Periodista:

Las plazas distritales son administradas por el Ipes, el Instituto para la Economía Social. Ellos se encargan de estar al tanto del funcionamiento de las plazas y con ellos hemos hecho posible el episodio del día de hoy. 

Cortinilla: 

Historias, calle, creación: esto es Cultura En Bogotá, un pódcast de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.

 

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