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Crédito: SCRD

De China, Italia y Rusia son los tres finalistas del Concurso Internacional de Violín Ciudad de Bogotá

  • Ruifeng Lin, de China; Lucilla Mariotti, de italia, y María Lundina, de Rusia, son los tres finalistas del Concurso Internacional de Violín Ciudad de Bogotá, que disputarán los premios en el gran concierto del 7 de noviembre, en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. 
  • En la gran final se sabrá quién gana los 30.000 dólares del primer lugar, los 20.000 del segundo puesto y el premio especial de 20.000 dólares al mejor intérprete de la obra comisionada ‘Serenata pagana’, compuesta por la colombiana Carolina Noguera. 
  • Durante el concierto de premiación se entregarán los 22 violines donados por una fundación colombiana a los violinistas más talentosos de los 51 de todo el país que recibieron las clases magistrales gratuitas que dictaron los concursantes internacionales.
  • El Concurso es una iniciativa de la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte; la Orquesta Filarmónica de Bogotá, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, y el apoyo de la Asociación Nacional de las Artes y la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

Tras una semana de intensas competencias y emocionantes conciertos de eliminatorias y semifinales en los que los violinistas provenientes de 10 países hipnotizaron a la audiencia con su virtuosismo, calidad técnica y pasión, fueron escogidos los tres finalistas que, este viernes 7 de noviembre, buscarán alzarse con los premios que entrega el Concurso Internacional de Violín Ciudad de Bogotá, durante la gran final que se desarrollará en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.

Ruifeng Lin, de China; Lucilla Mariotti, de Italia, y María Lundina, de Rusia, superaron a sus compañeros y recibieron las ovaciones de la audiencia que entendió que este Concurso es un regalo en agradecimiento al interés y apoyo demostrados con su asistencia a los conciertos.

La respuesta internacional de los violinistas jóvenes fue masiva, pues se inscribieron 122 de 30 países, menores de 30 años, que enviaron su video-audición y de los que fueron escogidos los 20 mejores que viajaron para competir en Bogotá. Llegaron músicos de Austria, China, Colombia, Corea, Estados Unidos, Italia, Japón, Polonia, Rusia y Suecia.

Los concursantes vienen de las más importantes escuelas y conservatorios del mundo, como el Conservatorio Tchaikovsky, the Royal College of Music London, the Colburn School, el Conservatorio Central de Beijing, la Universidad de las Artes de Tokio, the Juilliard School, the Manhattan School of Music, the Yale School of Music y the Rimsky Korsakov State University. Además ya han participado y ganado en otros importantes concursos como Queen Elisabeth, Tchaikovsky, Paganini, Sibelius, Tibor Varga, Viktor Tretyakov, Lipinski y Menuhin.

Según Santiago Trujillo, Secretario de Cultura, Recreación y Deporte, “el Concurso ha permitido que Bogotá se vista de música para vibrar con los sonidos del mundo. En esta ciudad, que abraza la diversidad y se expresa a través de su talento creativo, el violín se convierte en símbolo de unión: unión de culturas, generaciones y sensibilidades. El Concurso es un regalo para el público que disfruta entusiasta la práctica musical, esa comunidad que durante décadas ha acompañado con emoción la música en Bogotá y con su apoyo han permitido el crecimiento del ecosistema sinfónico”. 

El jurado internacional de alto nivel está presidido por la maestra canadiense Lucie Robert e integrado por la austriaca Birgit Kolar; la española Leticia Moreno; Lee-Chin Siow, de Singapur, y el venezolano Alexis Cárdenas. 

La presidenta y los otros cuatro jurados han ganado los más importantes concursos, dictan clases en instituciones y conservatorios del mundo y han sido jueces de las más importantes competencias del planeta. Además tocan con frecuencia con orquestas como la Filarmónica de Nueva York, la Orquesta Nacional de Francia, la Real Filarmónica de Londres, la Filarmónica de Viena y las orquestas más importantes de Asia. 

Tras el concierto inaugural, que hizo un viaje a través de temas del cancionero popular del continente, en los que el violín es protagonista, el Concurso comenzó con tres días de eliminatorias de las que salieron los 10 semifinalistas. Ellos debieron tocar en dos jornadas ante los jueces, en el Auditorio Fabio Lozano, de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Los escogidos de Austria, China, Colombia, Corea, Estados Unidos, Japón, Italia y Rusia fueron evaluados, interpretando diversas sonatas de Brahms, el Caprice No. 24 de Paganini y la Sonata No. 2 de Prokofiev. 

Los semifinalistas, además, debieron tocar la obra comisionada Serenata Pagana, partitura compuesta especialmente para el Concurso por la maestra caleña Carolina Noguera. La inclusión de una creación colombiana original para ser interpretada por los concursantes es un elemento diferenciador frente a otras competencias de alto nivel que hay en el mundo y pretende instalar una obra nacional en el repertorio sinfónico universal.

Uno de los momentos más emotivos para el público fue escuchar cómo violinistas de países tan diversos y con grandes diferencias respecto a la cultura colombiana se apropiaban de la pieza y trataban de comunicar con sus notas musicales la intención plasmada por la autora, que se inspiró en los cantos tradicionales del Pacífico y el sonido de los violines caucanos. 

El Concurso es una iniciativa de la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y la Orquesta Filarmónica de Bogotá, con el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, y el apoyo de la Asociación Nacional de las Artes y la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

Bogotá tiene un público que apoya e impulsa el desarrollo del ecosistema sinfónico y que llena las salas a lo largo de las temporadas de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, la Sinfónica de Colombia y las demás orquestas independientes y grupos de cámara, en escenarios de primer nivel, como el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo y otras salas con programación sinfónica permanente, como el Auditorio Fabio Lozano y el León de Greiff; además de diversos festivales como el Internacional de Música Clásica del Teatro Mayor y el Bogotá Concertante.

Gran final y premiación

En la noche final del 7 de noviembre, en el Teatro Mayor, se entregarán el primer lugar del Concurso, dotado con 30.000 dólares y un concierto pagado con la Filarmónica de Bogotá durante la temporada 2026, y el segundo, con 20.000 dólares y un concierto pagado con la Orquesta Sinfónica de Colombia, también para el año próximo. Además, se anunciará el premio especial de 20.000 dólares al violinista que mejor haya interpretado Serenata pagana. 

Los tres finalistas de China, Italia y Rusia superaron a sus contrincantes imprimiendo sobre el escenario la pasión que contagió a la audiencia y demostraron disciplina, constancia y desarrollo técnico a lo largo de la competencia.

El Concurso ha sido una experiencia única para escuchar distintas maneras de interpretar una misma obra, de dejarse seducir por el valor del virtuosismo, por la pasión convertida en disciplina y el misterio de la música. Durante las eliminatorias, la audiencia ha podido comparar estilos, escuelas de formación y procedencia de los competidores a la hora de tocar en escena.

Entrega de violines a colombianos

La noche final también se entregarán los 22 violines de alta calidad a los alumnos más talentosos de los 51 de todo el país, menores de 26 años, que recibieron las clases magistrales gratuitas dictadas por los concursantes internacionales. 

La respuesta en las inscripciones de los interesados en las clases magistrales, que alcanzó 181 postulaciones de 27 ciudades, demuestra que la Administración Distrital no solo está en sintonía con el desarrollo cultural del territorio sino que además entiende las necesidades de sus artistas en formación. La selección de los mejores se hizo a partir del video-audición que enviaron. Los escogidos son de Barrancabermeja, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Medellín y Pasto.

Este aspecto, único frente a otros concursos mundiales, es el beneficio social para los violinistas locales, una manera de impactar el ecosistema sinfónico nacional, potenciar las carreras de los músicos de Bogotá y el país y propiciar el intercambio de conocimientos, fomentando la movilidad y abriendo la mente y el espíritu de los artistas colombianos, al establecer comunicación y aprender de sus pares del resto del mundo. 

Los 22 violines fueron donados por una fundación colombiana y construidos por cinco lutieres profesionales formados en las más importantes escuelas de lutería de Italia. Los instrumentos fueron fabricados por los colombianos Alejandra Bedoya, William Puerto y Jorge Grisales, el venezolano Carlos Istúriz y el canadiense Nicolás Cavallaro.

El Secretario de Cultura enfatizó en cómo este Concurso “no solo mira hacia el pasado sino también hacia el futuro. Y en esa mirada hay un gesto de generosidad que lo distingue de otros concursos a nivel mundial; pues es un espacio de encuentro, de aprendizaje y de estímulo para miles de niñas, niños y jóvenes que en Bogotá y en toda Colombia dedican su vida a un instrumento musical. Además de las clases magistrales, que permiten el aprendizaje directo con sus pares del mundo, los violines que llegan a manos de los músicos locales no son simples herramientas: son compañeros de vida, instrumentos que amplifican el talento y abren puertas a nuevas orquestas, becas y horizontes”.

Los mejores violinistas jóvenes del mundo

El Concurso es un paso más en la estrategia de internacionalización de Bogotá, en la búsqueda de fortalecimiento del ecosistema sinfónico, impulsa la formación de los músicos del país y brinda una posibilidad para robustecer la oferta artística para el público. Es además reflejo de la madurez del sector, que se ha potenciado con el trabajo de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, de las demás orquestas nacidas de ella y de programas como ‘Vamos a la Filarmónica’, que cada año impacta a más de 30.000 niños, niñas y adolescentes a través de diversos programas.

Este Concurso, no solo por el nivel de sus premios sino sobre todo por la categoría de sus participantes y jurados y por el sentido social del que está impregnado, que beneficiará a nuestros músicos, busca poner a Bogotá a la altura de otras capitales del mundo que tienen competencias importantes como Bruselas con el Queen Elisabeth, Génova con el Paganini, Helsinki con el Sibelius y Viena con el Fritz Kreisler.

Vale también la pena destacar la importancia de la unión de fuerzas entre el sector público y privado en torno a los programas sociales y culturales de la ciudad; pues estrategias como la donación de estos violines permite que músicos locales accedan a instrumentos construidos con maderas y técnicas apropiadas; ya que muchas veces ese tipo de inversiones no están a su alcance y se convierten en un obstáculo para avanzar en sus carreras. 

Que Bogotá figure con un evento de calidad como este Concurso es además una manera de ser consecuentes con la declaratoria de la UNESCO como Ciudad Creativa de la Música y un impulso no solo para la música sinfónica sino para la diversidad de expresiones que son una de las principales riquezas de la ciudad.

Toda la información del concurso se puede obtener en el sitio web: https://www.culturarecreacionydeporte.gov.co/es/concurso-internacional-de-violin-de-bogota-2025

 



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