Gitanos, un pueblo libertario que se reivindica a través de su cultura

El Día Internacional del Pueblo Gitano se celebra el 8 de abril con el objetivo de reconocer su valor y las contribuciones que su cultura e historia han aportado al mundo.

Esta fecha recuerda el Primer Congreso Mundial Romaní/Gitano celebrado en Londres el 8 de abril de 1971, donde se instituyó la bandera y el himno gitano.

La historia del pueblo gitano o Rrom en Colombia data de hace mucho tiempo, pues se estima que llegaron a Suramérica en el tercer viaje de Cristóbal Colón, en 1498. Aunque la itinerancia es una de las características de esta comunidad, al llegar a Colombia se ubicaron en puntos estratégicos, hoy conocidos como Sampués (Sucre), San Juan de Sahagún y San Pelayo (Córdoba), Sabanalarga (Casanare), Tolima, Pasto (Nariño), Girón (Santander), Cúcuta (Norte de Santander), Envigado (Antioquia) y Bogotá.

Así lo explica Claudio Rodríguez, coordinador del Plan Integral de Acciones Afirmativas del Pueblo Rrom Gitano de Bogotá, quien hace parte de la subdirección de Asuntos Étnicos de la Secretaría Distrital de Gobierno.

“En Bogotá se han venido asentando sobre todo en las localidades de Kennedy y Puente Aranda. El Puente de Aranda era un paso obligado para llegar a la antigua Santa Fe, y los gitanos siempre se ubicaban en sitios estratégicos de entradas o salidas de las grandes ciudades para comercializar sus productos”, explica Rodríguez.

Históricamente, las artes y oficios del pueblo gitano han estado relacionados con el trabajo de metales como el cobre, el aluminio, el hierro y la elaboración de utensilios de cocina. Además de la herrería, antiguamente también se dedicaban al comercio de equinos, lo que hoy se ha transformado en la compra y venta de vehículos y la comercialización de sus repuestos.

“Los gitanos fabrican muchas de las señales de tránsito que hay en la ciudad, así como canecas en acero, carritos de perros y de pizza, cubiertos, cocinas industriales, y en general, muchos utensilios de acero. Por ende, han contribuido en la construcción de vías y de parques en las localidades en las que viven”, cuenta Rodríguez.

El funcionario explica que el pueblo gitano en Bogotá está conformado por varias kumpany (conjunto de clanes o de familias), que a su vez conforman una kumpania, que tiene su propia jurisdicción y sistema de cuidado, lo que hace que se distribuyan por manzanas y vivan muy cerca unos de otros.

El pueblo Rrom está en todo el mundo y tiene una diáspora de más de 1.500 años, con una riqueza cultural y procesos de mestizaje e itinerancia durante los que han acogido y apropiado diferentes formas culturales, usos y costumbres.

“Nadie puede hablar de ‘Cien años de soledad’ sin tener en cuenta el personaje central de Melquiades, que es como el tataratatarabuelo del pueblo gitano en Colombia. Melquiades es el gitano que llevó la imaginación, en hielo y el imán a Macondo, y de esa manera ha sido inmortalizado para el bien del pueblo Rrom a nivel mundial, en donde los gitanos también tenemos esos conocimientos ancestrales, esa cultura y esa forma de dar alegría y participar en sociedades que son diferentes a nosotros”, dice Ana Dalila Gómez, lideresa del pueblo Rrom en Colombia y representante de la organización gitana Prorom.

“Además de la literatura, también tenemos una justicia propia que se suma al pluralismo jurídico de este país, que es la ‘Kriss Romani’. También tenemos una lengua que es Shib Romani (romanés), que se puede explicar muy bien a través del sánscrito (lengua clásica de la India)”, explica Gómez.

Una lucha por la reivindicación de sus derechos

Es importante entender que históricamente el pueblo gitano ha huido de la violencia, principalmente durante la Segunda Guerra Mundial, ya que fueron perseguidos y masacrados por los nazis.

Según la Subdirección de Asuntos Étnicos del Distrito, en Colombia el 36% del pueblo gitano es descendiente de estas personas y por ello tienen Registro Único de Víctimas. En Bogotá, la población gitana está conformada por alrededor de 700 personas.

Este contexto ha generado procesos de resarcimiento de daño colectivo e individual, gracias a la Ley 4634 que establece el Plan Integral de Reparación Colectiva e Individual del Pueblo Gitano, que ha obligado a la Unidad para las Víctimas y entidades territoriales, como el Distrito, a hacer un proceso de reparación colectiva.

Estas reparaciones han motivado un proceso de construcción de dos casas gitanas en Bogotá, una de las cuales fue entregada por la Secretaría Distrital de Gobierno en 2022, y que hoy es un lugar de restablecimiento de derechos humanos.

“Este espacio ha sido muy importante. Fue una lucha por este espacio de atención diferenciada. Allí llevamos a cabo eventos, reuniones, hemos prestado la casa a otras poblaciones y hemos tenido diversidad de acciones importantes. Hemos hecho jornadas de salud, jornadas de la Registraduría, jornadas de formación, y jornadas y talleres de danza, artesanías, etc.”, cuenta Ana Dalila Gómez.

También es importante aclarar que el Artículo 66 en el Plan Distrital de Desarrollo determina un Plan de Acciones Afirmativas que ha venido operando desde el 2021, lo que ha contribuido al proceso de conservación, promoción, apoyo y fortalecimiento de los procesos culturales del pueblo gitano.

Actualmente, dentro de estas acciones afirmativas, el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural está realizando el inventario del patrimonio material e inmaterial del pueblo Rrom.

Según Ana Dalila Gómez, representante de la organización Prorom, los gitanos en Colombia se autodenominan como un pueblo pacífico, que se reivindica través de la oralidad y que resuelve sus conflictos a través de los mayores y el respeto a la palabra, lo cual aporta a la construcción de paz en el país, en términos de una cultura que respeta la conservación de los valores y los acuerdos.

“Esperamos que a través de alianzas estratégicas y hermandad podamos construir una Bogotá viable, de derechos humanos, que pueda respirar convivencia, paz y amor. Este día, 8 de abril, nos hace sentir que en cada corazón de los bogotanos y bogotanas está la presencia de un gitano o una gitana”, indica Gómez, quien concluye su mensaje con las siguientes palabras:

“Nosotros tenemos unos elementos identitarios como el movimiento y el nomadismo. Somos como las aves, volamos y regresamos al nido, somos un pueblo libertario en busca de compartir con la diversidad y la diferencia. ¡Arriba gitanos, salud y libertad!".