¿Cómo han cambiado las masculinidades en Usme? Un interesante sondeo revela detalles

El Programa Calma, de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, y el DVV International adelantaron un ejercicio en la zona rural de Usme para establecer cómo los mandatos asociados a la masculinidad influyen en todos los aspectos de la vida. Conozca los resultados.  

La Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá (SCRD) a través del Programa Calma, y DVV International (Instituto de Cooperación Internacional de la Asociación Alemana para la Educación de Adultos), realizaron un sondeo sobre masculinidades en la zona rural de la localidad de Usme. El objetivo de este ejercicio fue comprender cómo el género y los mandatos asociados a la masculinidad influyen en diversos aspectos de la vida, como la educación, los proyectos personales y las relaciones de pareja. 

El Programa Calma, que busca promover la equidad de género desde la promoción de masculinidades corresponsables y no violentas, y el desaprendizaje del machismo en la ciudad, brindó respaldo técnico a esta iniciativa para la que se realizaron entrevistas a hombres jóvenes y adultos.

Entre los resultados cualitativos se identificó que algunos hombres asumen las labores del cuidado como responsabilidad compartida en el hogar. Sin embargo, persisten mandatos asociados a la virilidad, la fuerza y la violencia, que limitan las relaciones y trayectorias de vida de los hombres en la localidad. “Las mujeres no son del campo, pero deben colaborar con las labores; los hombres no son de la cocina, pero deben integrarse dentro de esta área para apoyar a su mamá y sus hermanas”, manifestó uno de los entrevistados.

En cuanto al papel de la mujer en el hogar y otros escenarios, otro hombre entrevistado indicó que han expandido sus actividades más allá del ámbito doméstico y están cada vez más presentes en espacios de liderazgo y emprendimiento. “La mujer ha ido tomando otros roles e iniciativa en su liderazgo. Encontramos que en las 14 juntas de acción comunal hay 10 mujeres, por ejemplo, liderando, y trabajan en algunas asociaciones o en sus propias huertas”. 

No obstante, continúa recayendo sobre ellas la responsabilidad de los cuidados y el sustento del hogar, sin que se realice un reconocimiento ni una redistribución equitativa de estas tareas. Este sondeo arroja que el 87% de la población femenina de la ruralidad de Usme se dedica a las labores del hogar, el 63% de los encuestados estuvieron de acuerdo en que la mayoría de las mujeres son mejores cuidadoras que los hombres, y el 55% concertó  en que la mayoría de las mujeres consideran que los hombres no saben cómo hacer oficio.

Este ejercicio también pone en evidencia la dificultad que tienen los hombres para compartir sus emociones, hablar de sus sentimientos, preocupaciones o miedos, pues el 92% de encuestados opina que los hombres quisieran ser más cariñosos con sus hijos o hijas, pareja y/o familiares, pero no saben cómo. Mientras que el 84% manifiesta que la mayoría de los hombres esconden emociones como la tristeza o el miedo por temor a sentirse humillados. 

Estas condiciones comunes en hombres, por lo general, terminan en violencia intrafamiliar o de género, motivadas principalmente por celos y desconfianza, como también lo reflejan los resultados: 23% de las personas encuestadas recibió algún tipo de violencia por su pareja; de este porcentaje, el  63% son mujeres y un 37% hombres. 

El estudio, que puede ser consultado en la página web de la Subsecretaría de Cultura Ciudadana y Gestión del Conocimiento, concluye que si bien abordar las masculinidades representa un gran desafío, debido a la resistencia y la incomodidad que genera en algunos hombres, es fundamental para promover la igualdad de género y prevenir todo tipo de violencia.

Lo anterior, es solo el inicio del plan de trabajo 2023-2027 acordado entre la SCRD y la DVV International. Este 2024, con el objetivo de profundizar sobre los hallazgos del sondeo, se realizará un diagnóstico representativo en Usme rural con el propósito de levantar línea base y dar inicio en el 2025 a la formulación de la estrategia de abordaje de la temática en la ruralidad, e implementación de  pilotaje. Posteriormente, en el 2026 se desarrollará material didáctico en relación a los temas priorizados como resultado del pilotaje. Por último, para 2027 se espera generar un espacio de transferencia metodológica, el cual pretende incentivar el trabajo alrededor del enfoque de género desde las nuevas masculinidades a nivel regional.