Cultura en Bogotá - Bogotá sabe a Centro
Imagen: SCRD

La magia que esconden los antiguos pasajes comerciales del Centro de Bogotá

A finales del siglo XIX, en una Bogotá tortuosa y muy poblada para su tamaño, en la que el capitalismo encontraba un lugar más, empezaron a surgir, entre las densas manzanas de La Candelaria, largos pasajes que las atravesaban y facilitaban el tránsito y la comunicación entre ellas. 

Con el tiempo, estos espacios se convirtieron en epicentro del comercio en Bogotá y se distinguían porque se especializaban en diferentes tipos de ventas o mercancías, muchas de ellas importadas. 

Hoy, estos lugares, camuflados en medio de los edificios y el crecimiento de la ciudad, joyas patrimoniales que resaltan por su estética y su vigencia, son dignas de sumarse al movimiento ciudadano Bogotá Sabe a Centro, con el que la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte busca que la ciudadanía se reencuentre con su patrimonio y disfrute de todas las actividades gastronómicas, turísticas y culturales que este emblemático espacio tiene para ofrecer.

El Pasaje Hernández es uno de estos, ubicado sobre la carrera 12 entre las calles 8 y 9. Históricamente reconocido por sus sastrerías, era el lugar indicado para conseguir trajes y vestidos elegantes en Bogotá. Aunque las ventas de ropa ya no son el fuerte y se comercializa todo tipo de mercancías en sus locales, en el segundo piso todavía se pueden encontrar modisterías y se puede apreciar su bella arquitectura francesa.

Otro espacio es el tradicional Pasaje Rivas, ubicado entre las carreras 10 y 9, que nació como un espacio de almacenamiento de la Plaza de Mercado de la Concepción, que entonces quedaba en inmediaciones de lo que hoy es la Avenida décima. Así se convirtió en el sitio donde se podían adquirir elementos o productos nacionales, como las artesanías, que es el fuerte de este pasaje. Allí encontrarás objetos artesanales provenientes de cualquier parte del país a precios muy razonables, comparado con otras zonas turísticas de la ciudad. Recorrerlo es todo un deleite para los sentidos.

Si te interesa conocer más sobre la historia de los pasajes Hernández y Rivas, te invitamos a escuchar los episodios del especial Bogota Sabe a Centro, del pódcast Cultura en Bogotá. Allí podrás revivir el recorrido que hicimos con José Ramírez, historiador del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), quien, junto con antiguos comerciantes de estos espacios, nos revelaron todos sus secretos.

Escucha el episodio del Pasaje Hernández

Transcripción

Introducción: Esto es Cultura En Bogotá, un podcast de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.

Cortinilla: Bogotá sabe a centro

Periodista: estamos en el pasaje Hernández en la carrera 12 entre calles octava y novena puro centro de Bogotá y estamos con José Ramírez nuestro historiador del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural quién nos va a acompañar en este maravilloso recorrido descubriendo un poco el pasado de estos lugares comerciales. José ¿cómo estás? Comentémosle a las personas que nos escuchan cómo nacieron estos pasajes.

José Ramírez: tenemos que ubicarnos en la Bogotá de finales del siglo XIX, una Bogotá que no pasaba de los ríos San Francisco y San Agustín, una ciudad entre ríos, súper densa, la gente se refería a las calles tortuosas, no teníamos las grandes avenidas, no habían llegado los coches. Entonces en esta Bogotá en la que está surgiendo el alumbrado público, empiezan a surgir esos espacios al interior de las manzanas que cruzan un bloque de manzana es cruzado por esos pasajes. En algunos casos ya existían unos pequeños callejones que le sirvieron de base, en otros casos se fueron consolidando ya con las construcciones nuevas. Los pasajes, imagínate que tú vas con una calle oscura y de pronto empieza a ver un mundo interior que se construye en la mitad de una manzana, entonces empiezan a surgir como estos espacios, por supuesto muy ligados a la clase burguesa, al gusto burgués, a unos materiales que estaban surgiendo en la construcción: hierro, el vidrio, y por supuesto las iluminaciones en esos espacios. Entonces empezamos a ver esos espacios sobre todo en la noche empiezan a darle vida a los centros de manzana. No teníamos la avenida décima o la Caracas, se empieza a construir la Plaza de la Concepción que era vista por higienistas, por urbanistas, digamos por la élite también de la época, como un centro de contaminación, de revueltas, al lado de las verduleras, las vivanderas, lleno de ruido, no eran los mercados generales.

Entonces se comienzan a ver todas las mercancías que legaban del puerto de Honda, y no era tal vez a simple vista, como te digo eran muy sobre callejones que no vas a ver la presencia de todos los materiales, otros que ya empiezas a ver por ejemplo que tenemos tejados abiertos que cubren de la lluvia, alumbrado, hierro, esos materiales.

Algunos de esos pasajes, vale la pena digamos diferenciarlo, hay pasajes residenciales muy importantes: el michoni, el Alfonso, otros que se centran en los pasajes comerciales esto por supuesto, lo que está pasando también es que estamos importando o trayendo unas formas y normas de otros países, entonces aquí en esos pasajes sobre todo ya empezamos a ver el gusto francés, la sastrerías, por supuesto está articulado con unos cafés que surgen, pero va a estar acompañada del edificio la compañía de seguros, del mismo edificio Hernández, y alrededor están los bancos de Bogotá, entonces surgen también los símbolos del capitalismo que conquista, que le empiezan a dar valor al suelo y transformación al territorio.

Hay una particularidad que a mí me encanta de estos, y es que claro, se piensa solamente como pasajes comerciales, pero en realidad los segundos pisos, y esto aplica para tanto para el pasaje Hernández como para el pasaje Rivas, es que eran residencias estudiantiles

Periodista: y lo podemos ver de hecho en la arquitectura del pasaje. Ahorita recorriéndolo, se ve que en el segundo piso hay hasta unas puertas más pequeñas como candado afuera o sea habitaciones.

Cortinilla: consulta toda la información de la cultura en Bogotá en www.culturarecreacionydeporte.gov.co

Periodista: Bueno si vamos entonces al segundo piso del pasaje Hernández en donde estábamos diciendo que antiguamente eran habitaciones estudiantiles estamos acá con la señora Ernestina en el segundo piso en una de las sastrerías que hay acá.

Periodista: ¿Cómo se llama el negocio?

Ernestina: mi negocio se llama sastrería Tina y en este pasaje ya llevo más de 20 años, y en este local 9 años. Ya mi local está acreditado, yo le arreglo a la Ministra de Comunicaciones, a los magistrados, hasta me ha tocado ir, ya he ido dos veces a donde la ministra, y donde el magistrado, una vez y tengo mucha clientela.

Periodista: ¿cuáles fueron esos primeros comercios digamos y espacios de tiendas o lugares para que se comenzaron a identificar por lo menos acá en este pasaje Hernández?

José Ramírez: acá está muy muy marcado por sastrerías, telas importadas.

Periodista: ¿cuántos pasajes alcanza a tener Bogotá?

José Ramírez: en ese momento hay una guía en los Atlas que los mapas que sale en el momento, hay momentos en que se registran cuatro o cinco pasajes, se mezclan un poco también con los bazares, con el bazar de la Veracruz también las Galerías. Tú sabes que donde hoy en día queda el palacio del Liévano quedaban las galerías Arrubla, que era el epicentro comercial también de la modernidad, que terminan quemándose, así como en esas guías aparecen cuatro o cinco Hernández, Mercedes Gómez, el pasaje Rivas que que se conecte con el pasaje de Paul, pero lo interesante para el centro de Bogotá es que está llena de pasajes.

Periodista: ¿quién era Hernández, El señor Hernández o la familia Hernández?

José Ramírez: lo que yo tengo entendido es que era gente que habían logrado hacer ciertas riquezas como en su comercio y lograron como empezar a invertir en esas mejoras es muy es muy importante, y es como también cómo empieza a surgir como ciertos capitales de personas que habían hecho riqueza también en un mundo agrícolas en mundos de comercios en mundos y empezar a invertirlo en el espacio y a crear esos espacios, porque eran también inversiones de comercios.

Cortinilla: Bogotá sabe a centro

Periodista: bueno, actualmente el que pase por acá se va a encontrar con infinidad de comercios acá tenemos papelerías, joyerías, zapaterías. Descubrimos que Bogotá sabe a Centro porque hay por lo menos unos cinco o seis restaurantes, una pescadería muy famosa también. ¿cuéntanos un poco de pronto cómo se da esta transición o en qué momento se da la transición como lo que vemos hoy en día?

José Ramírez: digamos que hay que anotar varias cosas, por supuesto los pasajes son destellos de esa modernidad, pero después empiezan a mostrar cierto como cierto desuso rápido de la moda, sabes como que pasan de moda, y eso ya empieza a generar ciertos cambios, porque el comercio se comienza a dar más en las calles, surgen las grandes avenidas, surgen los primeros centros comerciales, en el caso del centro definitivamente pues ya venía una marcada expansión hacia el norte, pero el centro mantiene su vitalidad comercial, a pesar digamos de perder la plaza mercado de la Concepción, el centro sigue teniendo mucha recepción como puerto de comercio de otro tipo de usos, de otro tipo de cosas y también mantiene su lugar simbólico como centro de educación, de cultura, de trabajo que permanece hasta el día de hoy.

Periodista: el pasaje Hernández, ubicado entre la carrera octava y la carrera en Bogotá puede ser visitado de lunes a domingo entre las 9 de la mañana y las 6 de la tarde. Vamos para el pasaje Rivas, acompáñenos.

Cortinilla: Bogotá sabe a centro

Escucha el episodio del Pasaje Rivas

Transcripción

Introducción: Este es un podcast de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte 

Cortinilla: Bogotá sabe a centro 

Periodista: llegamos al pasaje Rivas que está ubicado entre las carreras décima y novena al lado de la iglesia La Concepción. Esta es una de las entradas, el pasaje Rivas tiene varias entradas. Además, porque no solo es el pasaje Rivas, está también el pasaje Colonial y el Paul. Entonces vamos a seguir nuestro viaje con José que nos está contando toda esta historia.

José Ramírez: el pasaje cumple el mismo potencial de conectar distintos espacios de un bloque de manzana, en este caso digamos no teníamos la tan marcada de los nuevos materiales de la modernidad, pero sí teníamos una una cosa que fue muy interesante y era generar un espacio de distinción frente a la plaza de Mercado de la Concepción, que queda quedaría localizada en ese momento digamos más o menos en inmediaciones de la de lo que hoy en día es la avenida Décima. El sector aquí, estamos en un sector marcadamente comercial que logró concentrar distintos tipos de mercancías o artesanías que le daban un carácter nacional entonces en vez de la de las cosas que se suponía que se traían importadas aquí lo que se podían conseguir cosas de otras regiones que se fueron cada vez volviendo como especializando en cosas típicas artesanías que le han dado como como esa esa diferenciación frente a otros pasajes, incluso, por ejemplo, el pasaje Gómez Mercedes, en el que se vende ropa al por mayor y cosas así, y aquí está muy concentrado en ese espacio. 
Vemos que en alguna parte se conecta varios pasajes que no no tienen la parte techada que caracteriza a los pasajes normales, el pasaje Rivas ya tiene esa distinción y su conexión con la plaza en sí marca una una connotación más de bazar, por decirlo así, de alguna forma, mediaba más por ese signo que por los cafés, los de los espacios de confort, está más cercano a la parte comercial de lo que era el centro antes de la demolición de la plaza y después también.

Periodista: vemos productos de diferentes tipos, la típica alcancía de marranito, ¿hay en verdad de todo pues para todos no?

José Ramírez: correcto, lo interesante es que también se ha logrado con con digamos pasar los negocios como de familia en familia se puede encontrar personas que contienen la memoria del lugar y las personas que quieren buscar algo con ese sello típico o tradicional de mimbre, cucharas de palo, alpargatas, todo eso pues ya sabe que pueden ir aquí lo consigue. Sí está muy marcado el sello territorial.

Periodista: Bueno estamos con Juana Muñoz aquí en el pasaje Paúl y ella nos va a contar por qué este lugar es tan importante 

Juana Muñoz: la calidad del precio y obviamente la calidad del producto es equivalente completamente. Aquí los productos son 100% colombianos.

Periodista: ¿de dónde vienen los proveedores?

Juana Muñoz: de varias zonas. Viene del Amazonas, de La Guajira, de Boyacá, de Santander, de Chimichagua, César, definitivamente de todos los de todas las zonas de Colombia

Periodista: en estos pasajes encontramos a toda Colombia. José, ¿cuál crees que es la fórmula mágica, de pronto, para que este lugar se pues se mantenga en pie, que no haya sido víctima de la modernización y de las demoliciones?

José Ramírez: bueno, los pasajes también tienen una connotación, y es que se pueden cerrar sí, se pueden aislar, se pueden mantener, y yo me atrevería a decir que es el tejido social, eso que hablamos ahorita, como de pasar de generación en generación de activar el espacio de posicionar y mantener esa vocación espacial, que le ha permitido estar sólido, pero mientras que el tejido social sea fuerte lo mantiene, sí. 
Creo que también la peatonalización de la calle décima ayuda mucho a permitir esa conexión entre la avenida Décima a la calle décima, eso ha permitido como a generar el tránsito mantener la vocación del tránsito del pasaje porque digamos que lo interesante del pasaje es que permitía también a los transeúntes acortar y cruzar un centro de manzana de una forma particular sin estar expuestos a una serie de cosas, entonces aquí se ha logrado mantener eso.

Periodista: Y es que definitivamente el centro de Bogotá sigue atrayendo a las personas sean de la misma ciudad o vengan de nosotros de otras ciudades o de otros países. El centro sigue teniendo esa magia.

José Ramírez: Sí Sí definitivamente, pues el centro primero que todo pues es un centro muy heterogéneo, hay pedazos en el centro que sigue manteniendo la parte comercial digamos, aunque una parte comercial muy posicionada todavía muy grande por supuesto tenemos un centro cuyas funciones de simbólicas de concentrar el poder político administrativo, centro de educación y cultural se mantiene muy vital.

Periodista: Estamos con la señora…

Carmenza Páez: la señora Carmenza Páez. Yo llegué aquí en el 60 en semana santa, voy a cumplir 63 años de estar acá. Llegué a trabajar con muebles porque todo esto era muebles 

Periodista: cuéntenos ¿qué vende en su local?

Carmenza Páez: Yo vendo loza de La Chamba Tolima, que es esto todo esto, lo traen del Tolima, 

Periodista: son las ollitas donde generalmente se comen los fríjoles o un ajiaco delicioso.

Carmenza Páez: si, esto viene de Boyacá

Periodista: canastos de mimbre

Carmenza Páez: esto es de Fúquene, cerca de mi pueblo. Todo esto es Boyacá. Estas son canastas, paneras, todo eso esto de madera si ya lo hacen acá, es como cajitas de madera lo de ladrillo lo hacen en Ráquira, viene todo esto que son materas.

Periodista: ¿A usted, a qué le sabe Bogotá?
Carmenza Páez: a ver a mí me gusta la artesanía entonces iría con la artesanía, a cosas de Colombia.

Periodista: estamos con Fernando Gutiérrez quien nos va a contar su historia y la de su familia aquí en el pasaje Rivas.

Fernando Gutiérrez: mi padre era un comerciante que llegó aquí a los 14 años, él trabajaba ayudándole a una a una madrina que tenía aquí un local, entonces en esa época se vendía mucha cosa, muchas botellas, enjalmas, empaques, yutes, fiques, lonas.

Periodista: ¿por qué la gente debe venir al pasaje Rivas?

Fernando Gutiérrez: básicamente por tres circunstancias: si quiere introducirse en un bazar, no tiene que ir a El Cairo o a Egipto, no, sencillamente vienen a Bogotá al pasaje Rivas, y se impregnan del colorido, de aroma, de sensaciones, de texturas, de colores, que es algo muy llamativo tanto para propios como extraños. 
Eso por un lado, por otro porque el hecho de estar en La Candelaria, una localidad histórica patrimonial y cultural, pues nosotros estamos inversión en ese proceso y estamos trabajando para que, tanto los que vienen de afuera como los que son de aquí de Bogotá, pues conozcan el pasaje Rivas. 

Periodista: Bueno José, ya para cerrar, después de este maravilloso recorrido, cuéntanos desde tu experiencia ¿por qué las personas deben venir aquí, a estos pasajes?

José Ramírez: Bueno, yo creo que en este recorrido hay una importancia en estos espacios, no solamente poder conseguir unos objetos que son muy digamos que se consiguen solamente aquí por esos precios esas calidades, sino también sobre todo por reconocernos por exponernos a la diferencia, al encuentro de lo que es la centralidad histórica, y hay una cosa que puede ser un poco contradictoria y es descentralizarnos nosotros mismos y exponernos calle a reconocer esas distintas distintas capas de sentido que han marcado nuestra historia. Yo creo que los pasajes hoy, es un pasaje hacia la historia en el espacio, poder introducir los centros de manzana que parecen ocultos pero no que por dentro tiene una riquezas de todavía oficios como las sastrería o diversos locales que encontramos aquí de mimbres y artesanías y como nos invitaban los los mismos o las mismas tenderas a exponernos a los olores a los sonidos. 

Periodista: pues José muchísimas gracias, y a ustedes quiénes están del otro lado de este episodio los invitamos y las invitamos a seguir conectados con Cultura en Bogotá y a descubrir por qué Bogotá sabe a centro, chao.

 

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