Mujer sonriendo
Foto: SCRD

Gladys Rico, guardiana de semillas orgánicas

Gladys Rico es una lideresa del sector Verjón Bajo, ubicado en la localidad de Santa Fe en Bogotá, ella es cuidadora de semillas orgánicas que cultiva en su casa, en la que también tiene vacas, gallinas y tres perros muy cariñosos. 

Semillas de papa

Este sector de la ciudad es un área protegida en la cual está prohibido destruir la biodiversidad que allí habita, por lo tanto, el uso de químicos en los cultivos debe disminuirse. Es así como Gladys inició con la siembra de diferentes hortalizas y legumbres con sus semillas orgánicas cultivadas con fertilizantes 100% naturales, como el ají, la ceniza del carbón y una mezcla de diferentes tipos de estiércol de sus animales. 

Escucha la historia de Gladys en nuestro pódcast 

Introducción: Esto es Cultura En Bogotá, un podcast de la Secretaría de Cultura, recreación y Deporte. 

Periodista: Estamos desde el Verjón Bajo en el kilómetro 11 en Bogotá, en una zona rural de nuestra capital. Estamos acá porque hoy vamos a hablar sobre las semillas, sobre que significa conservar y cultivar alimentos con una semilla orgánica, y así como Nico, el perro que está ladrando, estamos muy felices de estar acá porque vamos a hablar con una mujer que es una lideresa de esta comunidad. Ella es Gladys Rico y se ha encargado de liderar muchos procesos de conservación de semillas. Así que bienvenida a Gladys y Nico a Cultura en Bogotá.

Gladys Rico: Bueno, mi nombre es Gladys Rico, yo soy natal de aquí, de la vereda, nací en el Verjón Bajo Chapinero, y pues después de que me casé me vine para el Verjón Bajo Santa Fe. Entonces, toda la vida he estado viviendo aquí. Aquí ya llevamos cuatro generaciones, cierto, entonces nosotros amamos mucho nuestro territorio. 

El tema del reservorio de semillas nació con base de la normatividad del Ministerio de Ambiente en el 2005, ¿cierto? Porque esto fue declarado zona de reserva forestal en 1976, pero a las comunidades de Cerros nunca se fue informado, entonces, el 14 abril 2005, para nosotros fue una sorpresa cuando nos dijeron que esto había sido declarado reserva forestal protectora; entonces nosotros decíamos “pues ilógico si era reserva forestal desde el 76 por qué, 30 años después la registraron”. ¿Cierto? ¿por qué esperaron tanto tiempo para registrar el documento?, digámoslo así. 

Ahora, sí 30 años atrás se habían declarado reserva forestal ¿por qué se permitió tanta construcción de las universidades y de todo el daño ambiental de los Cerros al frente de la del urbano? ¿Cierto? Porque toda la gente en la ciudad cree que es qué Bogotá termina frente a los Cerros. Tu te paras en el centro y miras para Guadalupe y Monserrate y hasta ahí. La gente cree que hasta ahí ya y de ahí para allá ya no hay nada más. Y no, de ahí atrás estamos nosotros. ¿Cierto? Que somos 3 veredas, está el Verjón Alto Santa Fe y Verjón Bajo Santa Fe y Verjón Bajo Chapinero. ¿Cierto? Además, que estamos también con límites de Cundinamarca, por un lado, Choachí, Fómeque y por el otro lado, La Calera. 

Entonces pues eso fue sorprendente y fue, digamos que fue una afectación que nos hicieron desde ahí, pero fuerte. Entonces, desde ahí empezamos, seguimos nosotros en la lucha y nosotros dijimos “bueno, ellos nos prohíben que cultivemos con químicos y bueno, entonces, también hay que ser uno consiente, decir bueno, sí también el daño para la salud nuestra, también es cierto tanto para la tierra como para la salud nuestra. Entonces dijimos, vamos a demostrarles que nos vamos a quedar, no nos vamos a ir, nos vamos a quedar, pero vamos a seguir siendo nuestras actividades que venimos haciendo”. Y pues desde ahí empezamos todos, digamos que la gran mayoría a cultivar agroecológico, y con nuestras mismas semillas. Dijimos, “no vamos a traer nada de otro lado, sino que vamos lo que tenemos, lo vamos a reproducir para guardar”, pero pues sin embargo seguimos con la lucha de eso, de la recuperación de las semillas y de digamos de nosotros, seguir siendo independientes, no dependientes. Porque es que, además, digamos las semillas certificadas, no nos sirven, por más que le quieran meter a uno por los ojos y por no sé qué es lo mejor, no es lo mejor. Porque nosotros hicimos la prueba, y sabemos que no es lo mejor. Porque esas semillas solo sirven para dos cultivos, el primer cultivo a su merced le da excelente, el segundo le da, pero ya un poquito más bajito, y al tercero ya no sacan ni la semilla. Entonces, obligatoriamente usted tiene que volverlas a comprar si quiere seguir produciendo, entonces, nosotros ahí entendimos que a pesar de que nosotros la cuidamos muchísimo el primero, el segundo y la tercera cosecha, pero la tercera no sacamos ni la semilla y se lo digo así porque así fue.

Cuña: El premio Es Cultura Rural de la Secretaría de Cultura, recreación y Deporte busca reconocer, apoyar y visibilizar experiencias, iniciativas, procesos culturales, artísticos, patrimoniales y recreo deportivos de la ruralidad de Bogotá. 

Periodista: Cuéntenos un poco sobre el premio de Es Cultura Rural. 

Gladys Rico: Bueno, pues el premio fue enfocado sobre el tema. Digamos que pues nosotros digamos yo tanta lucha que llevó. estoy representando la comunidad hace aproximadamente 18 años. Entonces, con toda esa trayectoria de tiempo uno dice “bueno”, porque como uno aquí todo lo que uno hace digamos es gratis, comunal. Pero, por ejemplo, uno tiene muchos gastos, ¿cierto? Y aquí, pues, plata de dónde. 

Periodista: ¿Cómo se enteró de la convocatoria?

Gladys Rico: Me enteré por una chica que es muy activa y trabaja con nosotros, que se llama Geraldine de Secretaría de Cultura y entonces me dijo “doña Gladys ¿por qué no se inscribe que me parece importante el trabajo que ha hecho, que todo eso ya para motivar a la gente? Y yo le dije, “no, pero eso es difícil”. Y entonces bueno, tanto insistió que me convenció. Y pues sí, sí, o sea, nos encontramos en Bogotá, nos encontramos en Bogotá y acabamos de llenar la convocatoria y la firme y entonces pues ahí esperamos y ya después fue cuando ya lo último, ya enviaron que si habíamos salido ganadores y de Santa fe salimos como cuatro. 

Pero pues también lo que yo digo ha sido un trabajo muy grande. O sea, todo ese trabajo que hemos hecho nosotros, y digamos en cabeza mía, ha sido duro, empezando por la defensa del territorio, o sea, nosotros lo hacemos muchísimo es porque no se pierda la cultura, porque si nosotros dejamos perder la cultura y así hemos hablado con la gente de Usme, de Sumapaz y todo eso nos toca seguir en la lucha, porque si nosotros dejamos perder la cultura ahí, que al campesino se pierde. 

Periodista: ¿Y cuántas familias hacen parte como de ese banco de semillas? 

Gladys Rico: Digamos que iniciamos con 30. Iniciamos con 30, pero ahorita en este momento estamos nosotros reactivando y vamos como 9 mujeres que queremos volver a reactivar todo esto.

Periodista: ¿La mayoría son mujeres las que están?

Gladys Rico: Si, si señora. Entonces aquí han llegado ahorita últimamente han llegado a proyecto de la Secretaría de la Mujer, es un proyecto que se llama ‘Vecinas, trabajemos juntas’, en eso estamos nosotros, un grupo de mujeres de 9.

Cuña: Es Cultura Rural una apuesta por fortalecer las tradiciones culturales y recreo deportivas de la ruralidad de Bogotá.

Gladys Rico: Aquí preparamos nosotros los abonos. Entonces, aquí, por ejemplo, le echamos cascarilla de arroz, le echamos el estiércol de las vacas, les echamos el estiércol de las gallinas, o sea, la gallinaza, y entonces lo que hacemos es, volteo, volteo, y ya cuando se pone seco así, está listo para sembrar. Mira. 

Entonces a cada mata, por ejemplo, de papá, le echa uno una manotada de esto. Se echa la mano atada y se pone una semillita, dos semillitas, las que uno vaya a poner según el tamaño, si las semillas son grandes como las que les mostré ahorita, si se echan dos semillitas. Si son más o menos medianitas, echan 3. 

Periodista: ¿Cuánto se demora en salir?

Gladys Rico: Seis meses de cosechar de cosecha, seis meses. Ahora con químicos sale más rápido, a los cuatro meses, ya la están sacando. En cambio, la orgánica de 6 meses su merced sabe que todo es natural porque es el ají, porque es el estiércol de la vaca, porque es el estiércol de las gallinas, cierto, porque es hasta la orina de los cerdos, que es un fertilizante. También es cierto que es también el súper cuatro que se le echa con hígado de res, se le echa cal, se le echa harina de pescado, se le echan varios componentes, y ese es el súper cuatro y con ese súper cuatro se fumiga. 

Todo lo que uno siempre se da. Si tú siembras tomate cherry, siembra un tomate de guiso bajo invernadero, ahí se le dan unos tomates, una belleserá. Si los va a sembrar afuera, pues no porque el clima no da, toca acondicionar también el espacio. Entonces, nosotros, que sembramos aquí, la lechuga en variedad de hortalizas de lechuga de hojas verdes. Eh, se da la cebada, se da el trigo, se dan las habas, se dan las alverjas, se da la zanahoria, la remolacha, la cebolla larga, la cebolla cabezona. 

Periodista: ¿Cuál es la importancia de una frasecita de tener un banco de semillas? ¿Por qué cuidar las semillas?

Gladys Rico: Porque queremos nosotros ser propietarios de ellas, no ser dependientes de las multinacionales. Queremos seguir cuidando nuestra comida porque es nuestra comida. 

Periodista: Doña Gladys, muchísimas gracias por haber estado con nosotros en Cultura en Bogotá y por habernos compartido toda esta sabiduría sobre las semillas. A ustedes muchas gracias por haberme visitado y esperamos que no sea la última vez por aquí la seguimos esperando, listo y gracias a Nico, a Niña y a Greta, los 3 perritos que nos acompañaron el día de hoy y a ustedes los esperamos en nuestro próximo episodio, Chao. 

Cierre: Esto es Cultura en Bogotá, un pódcast de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte.

 

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