Nuestro planeta y el sol. Foto: Pixabay.
Cultura Ambiental

Nuestro planeta y el sol

El Sol es esa gran estrella que nos ilumina y nos deja saber si es de día o de noche. Está muy cerca a nuestro planeta Tierra y nos ofrece energía vital que se manifiesta en forma de luz y calor.

El Sol se formó hace mucho tiempo: 4.650 millones de años, y tiene combustible de luz y calor para 5.000 millones de años más. Después, comenzará a hacerse más y más grande, hasta convertirse en una gigante estrella roja. Finalmente, se hundirá por su propio peso y se convertirá en una enana estrella blanca, que puede tardar un trillón de años en enfriarse (es una cifra muy grande de un 1 y 18 ceros).

El Sol es tan grande y tiene tal fuerza que a menudo atrae a los asteroides y cometas que pasan cerca. Naturalmente, cuando caen al Sol, se desintegran.

La energía solar se crea en el interior del Sol, donde la temperatura es muy, muy, pero muy alta, con una presión altísima que provoca que las plantas y los animales puedan crecer y alimentarse. 

¿Qué son los rayos infrarrojos del Sol?

La luz solar produce rayos infrarrojos. Son rayos que propaga de manera invisible el calor, como los ultravioletas (UVA, UVB) que producen el bronceado y los cambios celulares que provocan que se desarrolle cáncer en la piel expuesta por momentos largos al Sol. 

El calor solar es mayor entre las 10:00 de la mañana y las 4:00 de la tarde. A estas horas el nivel de radiaciones UV es mayor, más agresivo. Por eso es importante que, antes de salir de casa, uses un bloqueador solar que no permitirá que los rayos solares entren a tu piel y causen daños como quemaduras o en el peor de los casos, cáncer de piel.

El Sol está causando tantas molestias en la piel y en el cuerpo en general porque el impacto de la contaminación ambiental es tan fuerte que la capa de ozono, esa capa que cubre nuestro planeta para que los rayos del sol no nos den tan directos, se está agotando, la estamos dañando. 

¿Qué se puede hacer?

Cuando uses algún producto en spray o aerosol, fíjate que diga: “No daña la capa de ozono” o “No contiene CFC”, que son los gases que la disminuyen y debilitan.

 

 
 
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