Origami

Este bello arte nació hace muchísimos años atrás, en Japón. Cuenta la historia que, en los altares de los budas, la gente acostumbraba a llevar ofrendas que consistían en alimentos, golosinas y flores, pero la mayoría tenía poco dinero para cumplir con estos costosos detalles.

La necesidad condujo a que se inventara una forma más práctica y económica para realizar ofrendas, y surgió la idea de fabricar figuras en papel que representaran de forma simbólica la comida, los dulces y las flores para los altares. Por otra parte, la celebración en el Japón del Día de los Muertos tiene especial significado: es un día del año en el que se “reúnen los familiares con sus muertos”. De este modo fabrican barquitos de papel y adentro les colocan todos esos productos simbólicos hechos en papel. Estas figuras representan todo lo que se le quiere ofrecer a la persona que está ausente para unirse, de una manera especial y espiritual con ella. 

Después de preparados los objetos en el barquito, son enviados por el río Oobom, pues existe la creencia de que el muerto las va a recibir directamente desde el más allá. 

Armar una figura en papel no es sencillo: esto requiere de mucha concentración porque entre menos se maltrate el papel, mejor va a resultar la figura; se necesita de mucha relajación y suficiente habilidad en las manos y también en la mente. 

El origami es un arte educativo en el cual las personas desarrollan su expresión artística e intelectual. El término Papiroflexia con el que se conoce el plegado de papel en los países de habla hispana, fue inventado a principios del Siglo XX, por Vicente Solórzano Sagredo, un médico español, que vivió durante muchos años en Argentina. 

En Japón el Origami se utiliza como souvenir, o para adornar tarjetas. Básicamente se trabaja con los niños y niñas para mejorar la motricidad y desarrollar la concentración.

Como dato curioso, te contamos que se utiliza para recuperar habilidad en las manos en enfermedades como la artritis. 

La idea del Origami es aprender los pasos y dobleces básicos; de allí se pueden crear infinidad de figuras. Únicamente se trabaja con papel. “Ori” significa trabajo, y “gami” es papel: de allí que esta acepción japonesa quiere decir ‘trabajo con papel’. No se usan ni pegantes ni tijeras para realizar las figuritas. 

En América del Sur quien introdujo el Origami en la década de 1930 fue el escritor español Miguel de Unamuno, pionero en el mundo de la ciencia, quien se tomó en serio el hacer "pajaritas de papel", publicando varios libros de plegado, entre ellos el ensayo "Amor y Pedagogía", en donde habla del origami en el apéndice.  

Historia en Colombia  En Colombia se están dando los primeros pasos, han existido grupos aislados, pero no ha tenido tanto crecimiento como se quisiera. Se han publicado artículos especializados en revistas y periódicos, y ya existen algunos libros de Origami en librerías y bibliotecas. Se han realizado varios encuentros de origamistas y ha habido mucho interés de los participantes. La actividad principal es encontrar a los origamistas ocultos en Colombia, ya que se sabe que existen muchos, algo que se ve reflejado en la actualidad en muchas muestras pequeñas, pero todas han sido hechas por manos hasta ahora desconocidas. 

Si se ayuda a niñas y niños a hacer manualidades como el origami desde pequeños, seguramente crecerán desarrollando habilidades artísticas y estarán en capacidad de ubicar espacialmente un objeto cualquiera en un hoja de papel, acción que muchos niños no pueden hacer porque no potenciaron el trabajo manual en sus primeros años de vida.  

Lo ideal es que comiencen con una actividad manual sencilla a una edad temprana, ya que está comprobado que el entrenamiento de los dedos en un bebé acelera el proceso de maduración del cerebro −porque el ejercitar el movimiento de los dedos de ambas manos es realmente una base de desarrollo bilateral del cerebro− y el adelanto del desarrollo intelectual, aprovechando que el cerebro está en su mayor plasticidad y plena maduración.  

En algunas universidades israelíes se realizan estudios vinculados con estudiantes que presentan déficit atencional y que son fuertemente estimulados mediante el mecanismo de doblar papeles; en el Hospital Carlos Holmes Trujillo, de la ciudad de Cali, este arte se está utilizando desde hace varios años en el tratamiento de niños con problemas como dificultades de atención, expresión e hiperactividad.

DÓNDE APRENDER Y PRACTICAR

• Mario Francisco Bohorquez Malaver, experto en Origami. mfbohorquez@gmail.com. Teléfono 6306130 
• El Bosque de los Cien Acres, Barrio Normandía. Teléfono 2633378  
• Asociación Bogotana de Origami (Dg 34 # 5-50). Teléfono: 2957585 
• Escuela de Artes (Cr 89 # 129-26 B- 3, Apto 430). Teléfono: 6842905 
• UNPlegados. Escribir a Cristóbal Acosta Camargo al e-mail: unplegados@gmail.com  
• Escuela Bushido-Zen (Cr 7B # 146-90, piso 2, Cedritos). Teléfonos: 6256522, 313-207 6652. Página web: www.escuelabushidozen.com