Que la basura no se vuelva paisaje
¿Basura o residuos?
Hablar de basura no es lo mismo que hablar de residuos. El término residuo se refiere a aquellos materiales que pueden ser reutilizados o reciclados, después de su uso; los más comunes y conocidos son el plástico, metal, cartón, papel y vidrio. La basura, en cambio, es la mezcla de todos esos residuos que no pueden ser aprovechados nuevamente; por ejemplo: el polvo que resulta de barrer, heces de animales, pasto y hojarasca, papel higiénico, etc.
Lo cierto, si se analiza con detalle, es que la mayoría de materiales que resultan del consumo diario y cotidiano de las personas, son reciclables. Pero lo que determina que un artículo pueda volver a ser aprovechado, no es solamente la naturaleza del material del cual está hecho, sino una gestión adecuada de ese residuo por parte de quien lo manipula. Por ejemplo, una caja de leche no se convierte en un residuo aprovechable solo por estar hecha de cartón; para que pueda ser reutilizada, debe estar limpia, seca, separada de los desechos (orgánicos o no aprovechables) y entregada a un reciclador.
De lo contrario, la caja de leche, con tanto potencial para ser reciclada, quedará mezclada con otros residuos, contaminada e inservible; en otras palabras, se convertirá en basura. Además, debido a que no cumplimos con los horarios adecuados para sacar las bolsas (blanca para los recicladores y negra para los camiones recolectores) con frecuencia encontramos los residuos esparcidos en las calles deteriorando el paisaje de nuestra ciudad. Esa es la premisa de la campaña “Que la basura no se vuelva paisaje”, una estrategia que pone la lupa sobre el impacto que ocasiona la mala gestión de los residuos en el espacio público de Bogotá.
¡Tenemos mucho por hacer!
¿Qué tanto están cumpliendo los y las habitantes de Bogotá con estas tareas? ¿Separan sus residuos en casa? ¿Con qué frecuencia? ¿Se aseguran de que estos residuos lleguen al lugar adecuado? Esas fueron algunas de las preguntas que la Dirección del Observatorio y Gestión del Conocimiento Cultural, de la Secretaría de Cultura Recreación y Deporte, le hizo a los habitantes en Bogotá en la Encuesta de Cultura Ambiental (ECA) 2022 (confianza 95% y margen de error 5%), para conocer de qué manera están gestionando los residuos en sus casas y en la ciudad.
La medición dio cuenta de comportamientos cotidianos que están relacionados con el cuidado de los recursos y del medio ambiente. Por ejemplo, el 84% de las personas encuestadas aseguró que cierra la llave mientras enjabona sus manos, el cuerpo, la loza o la ropa. Además, el 81% dijo que nunca bota el papel en los inodoros, y el 41% prefiere movilizarse en bicicleta o algún transporte alternativo, en lugar de utilizar el carro o la moto.
Siete de cada diez personas indicaron que nunca o casi nunca acumulan y disponen el aceite de cocina usado en un recipiente.
Ocho de cada diez ciudadanos dijeron que nunca o casi nunca llevan los objetos tecnológicos dañados o en desuso a los puntos de recolección correspondientes.
Nueve de cada diez ciudadanos aseguraron que nunca o casi nunca botan residuos sólidos como pañitos, toallas o condones en los inodoros.
En cuanto a separación de residuos
En términos generales, poco más de la mitad de las y los encuestados (54%) aseguró que separa los residuos en casa. Esta cifra revela un retroceso en la adecuada separación de residuos por parte de los y las ciudadanas puesto que en la anterior aplicación de esta encuesta (año 2021) encontrábamos que un 76% afirmó tener este comportamiento. En esta ocasión, de este 54% que dijo separar, la mayoría (90%) aseguró que lo hace siempre o casi siempre, que los deposita limpios y secos (89%), que utiliza la bolsa blanca para disponerlos (77%) y que los entrega al reciclador o a la ruta de reciclaje el (71%).
En esa línea, la encuesta indicó que la gran mayoría de quienes aseguraron que separan residuos en casa lo hacen porque es bueno para el ambiente (71%). Otros respondieron que separan para ayudar a los recicladores en su trabajo (19%) o que lo hacen porque hay una ley que lo dice y es obligatorio (8%). Sin embargo, los ciudadanos que se involucran con la separación de sus residuos reconocieron que las dificultades más frecuentes a las que se enfrentan es la falta de colaboración por parte de otros integrantes del hogar (40%), no disponer de varias canecas para la separación (29%) y no saber qué se recicla y qué no (20%).
A estas dificultades se suma que solamente el 21% de las y los ciudadanos que separan sacan los residuos aprovechables en el momento o día en el que pasa el reciclador o la ruta de reciclaje. La mayoría (39%) contestó que los sacan cuando pasa el camión de la basura, un comportamiento cuya consecuencia es que todo ese material aprovechable termine en rellenos sanitarios.
“Los resultados de la ECA muestran que tenemos un gran reto por delante para que las personas sean conscientes de las acciones que promueven la correcta disposición de los residuos. Los datos nos han dado luces sobre cuáles son esos comportamientos que debemos abordar para alcanzar mayores logros en ese aspecto y de ahí nace la campaña ‘Que la basura no se vuelva paisaje’. No podemos permitirnos vivir en medio de la basura, ni que esto se convierta en el paisaje diario. Bogotá es nuestra casa, todos compartimos el espacio público y tenemos un rol importante que cumplir para disfrutar de la ciudad que queremos”, indicó Catalina Valencia, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte.
La estrategia “Que la basura no se vuelva paisaje” se toma diferentes puntos estratégicos de la ciudad, con una instalación museográfica y pedagógica, para cuestionar a las y los habitantes de Bogotá sobre ¿cómo quieren su ciudad? ¡Sumemos esfuerzos! La solución también está en tus manos.