
Por Nicolás Montero Domínguez
Secretario de Cultura, Recreación y Deporte
Nos acercamos al final de un año que ha sido para todos y todas un reto gigantesco. Y como hay fechas que se prestan para hacer inventario de lo vivido estoy seguro de que muchos estamos reflexionando sobre lo que este año ha significado para Bogotá. Tanto en lo personal como en lo colectivo vale la pena entender qué nos ha dejado este 2020, qué aprendizajes podemos cultivar, y cuál es la mirada que proyectamos al futuro, para que el tiempo que viene sea espacio de descubrimientos, cuidado, creación y encuentro con los demás.
Desde la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, SCRD, presentamos ya nuestros balances, y están disponibles para que los conozcan, para que conversemos sobre ellos, para que nos encontremos en el diálogo sobre la labor adelantada y sigamos construyendo los años venideros. Allí queda testimonio del gran reto que este año representó, y de cómo respondimos a él poniendo toda nuestra capacidad institucional al servicio de los ciudadanos.
En 2020 apoyamos la realización de 562 proyectos culturales con una inversión de $ 14.823.500.178 del Programa Distrital de Estímulos. Esto incluye la destinación de recursos LEP por 7.416 millones de pesos a 167 proyectos de las artes escénicas y la realización de los convenios con Suba y Bosa para la entrega de 107 estímulos. En 2020 logramos la excepción del impuesto predial para museos y teatros durante los próximos 10 años, como incentivo a la inversión en producción propia, lo que significará un aumento de la oferta cultural para los ciudadanos.
En 2020 avanzamos en el reconocimiento de 12 distritos creativos que permitirán la conexión de distintos creadores en puntos estratégicos de la ciudad, impulsando tanto las capacidades colectivas como el intercambio solidario. En 2020, a través del proyecto Es Cultura Local, que lideramos junto a diez alcaldías locales, se invirtieron más de $11.648 millones para la reactivación de la economía cultural y creativa en los territorios, beneficiado a cerca de 226 microempresas y agrupaciones. En el 2020 la Cultura Ciudadana, orgullo de Bogotá, estuvo presente en cada aspecto no sólo de la coyuntura de la pandemia, sino en el centro de la conversación para los cambios de comportamiento que necesitaremos en la Bogotá del siglo XXI. En el 2020 nos convencimos, todavía más, de que la creación cotidiana de Bogotá es vital para todos, y que el ciudadano está en el centro de cada una de nuestras apuestas.
Si hay algo claro que nos ha dejado esta pandemia es la fuerza esencial que nos conecta a todos los seres humanos con la vida y la creación para reinventarnos en medio de los desafíos y dificultades, y en esta capacidad de transformación, el arte y la cultura han sido fortaleza, compañía y esperanza y a la vez han abierto nuevas y amplias ventanas de oportunidad para reinventarnos. Desde la SCRD apostamos por que cada ciudadano incorpore la cultura más allá de los eventos, y reconozca ese lugar fundamental de la creación en su vida cotidiana.
Lograrlo promueve un cambio cultural que nos enriquece a todos, tanto a los agentes culturales, que verán cada vez más fortalecidos sus vínculos con las comunidades, como a los ciudadanos a través de los saldos pedagógicos, esas ganancias aparentemente invisibles que nos quedan a todos como resultado de toda experiencia de creación. Esta conexión entre creadores y ciudadanos nos inspira a seguir impulsando esta apuesta por la Bogotá del siglo XXI desde la cultura, conscientes de que los grandes retos del mañana los asumiremos juntos, como asumimos ya los retos de este año.
Al final de todas las cuentas, de todos los balances, nos queda un profundo orgullo por los ciudadanos y las ciudadanas de Bogotá. En este escenario de cambios, de transformaciones, de adaptación supieron estar a la altura del cuidado como forma de ver el mundo, y de la creación como parte fundamental en su manera de relacionarse con el mundo. El cuidado como una forma de crear, la creación como una forma de cuidado, en esa doble correspondencia seguiremos soñando lo que somos. Seguiremos creando lo que queremos ser.