El loco Arias
Historias

El loco Arias

Hacia 1870, Bogotá fue administrada por el Alcalde Bruno Arias, casado con la señora Paulina Jiménez, quienes tenían un hijo llamado Eduardo Arias Jiménez, con el sobrenombre de "el Loco Arias".

Según la leyenda, el "Loco Arias" era un galán inteligentísimo. Adquirió sus conocimientos por sí sólo, era muy curioso y leía mucho. Excelente orador, quien pronunciaba enérgicamente y de memoria los afamados discursos de Homero, Marco Tulio Cicerón, Demóstenes, Julio César, Napoleón Bonaparte, George Washington, Simón Bolívar, entre otros.

Dicen que "el Loco Arias" frecuentemente se disfrazaba como el mago Merlín y conferenciaba en las vías públicas y en establecimientos comerciales de Bogotá a los espectadores y transeúntes. De vez en cuando hacía una pausa para que le dieran chicha para refrescar la garganta.

En otras ocasiones, "el Loco Arias" se disfrazaba como Buda, Confucio o el mismo Jesucristo y entonaba sermones espirituales a las multitudes que lo escuchaban como si estuvieran hipnotizados.

Cuentan también que "el Loco Arias" pasaba de un extremo a otro diciendo que estaba poseído por todos y cada uno de los textos que había leído. Siempre quería dejar moraleja a "los animales racionales" que lo escuchaban, es decir a las personas que se entretenían con sus historias y disfraces.

"El Loco Arias" era un personaje muy querido y respetado por el pueblo Bogotano. Siempre decía que Bogotá, Colombia y el mundo necesitaban de muchos locos, como "el Loco Arias".

 
 
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