El diablo en el puente del común
Historias

El diablo en el Puente del Común

Cuentan algunas personas de Cundinamarca que el Puente del Común, el que está ubicado en la vía de Bogotá a Zipaquirá, fue construido por Satanás y los diablos del infierno. Florentino, un maestro de obra obtuvo el negocio con el gobierno para construir el Puente Grande o del Común, pero como no tenia dinero para iniciar la obra, y tampoco quien le proporcionara el dinero en préstamo, resolvió venderle el alma al diablo para que este le ayudara en su construcción.

Dicen que el pacto con el diablo a cambio del alma de Florentino incluyó una cláusula que decía, "si el diablo no entregaba el puente terminado esa noche, antes de que cantase el gallo, perdería por ese solo evento el derecho a su alma"

En la noche de la construcción del Puente del Común. Satanás sacó a todos los diablos y diablitos del infierno y los puso a realizar esa gran obra. Solamente dejó un centinela en el infierno para que no se saliera ningún condenado.

Dicen que Satanás organizó a todos los diablos para que, en fila india, fueran pasando de mano en mano las piedras necesarias para la obra y así no se malgastara tiempo precioso. Cuando la piedra estuvo apilada toda, comenzaron los diablos a construir el puente bajo la dirección personal de Satanás.

Dicen que el maestro de obra Florentino, quien era muy sagaz, llevó a un sacerdote y lo escondió muy bien para que el demonio no se enterara de su presencia. Faltaba muy poco para terminar la obra, ya casi cantaba el gallo al clarear el día, cuando Florentino le pidió la absolución al sacerdote.

El Diablo muy feliz, estaba convencido de haber ganado el alma de Florentino, y dando brincos malévolos, dijo esta copla:

"De la uva de la parra. De la canaleta el río

Que les vengo yo a avisar que ya Florentino es mío."

El gallo cantó antes de que los diablos pusieran la última piedra, y en el mismo instante el sacerdote bendijo el puente, por lo cual, Satanás y todos los diablos cayeron de cabeza al río. Sin embargo, el dios del mal lleno de ira, por haber perdido el alma de Florentino, lanzó un golpe violento sobre el puente para destruirlo, lo cual se hubiera logrado sin las bendiciones sacerdotales. Estampada sobre una piedra quedó la terrible pata de Satanás, como venganza por lo acontecido.

 
 
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