Selva amazónica
Cultura Ambiental

La vida en los bosques

La taiga

Es un tipo de bosque de clima frío, formado principalmente por árboles o pinos adaptados a la falta de agua y al frío extremo. Se localiza fundamentalmente en las regiones de Eurasia y Norteamérica.

El clima de estas zonas es demasiado frío. La nieve puede permanecer en estas zonas más de 8 meses al año. Cuenta con veranos muy cortos.

Entre las especies vegetales predominantes se encuentran los pinos y los abetos. Las especies animales conforman dos tipos de poblaciones, las residentes como la lechuza, la ardilla, la marta, el lince, el alce o la musaraña, y las visitantes, entre las que se encuentran infinidades de clases de aves migratorias.

Bosque caducifolio

Este se conforma por una mezcla de vegetales que crecen en regiones templadas, y con lluvias distribuidas a lo largo de todo el año. Este tipo de bosque se localiza tanto al sur como en al norte del planeta. Una de sus características es el proceso estacional donde crecen hierbas en el suelo, aprovechando la materia orgánica que proporciona la caída de las hojas. Esta cubierta da albergue a infinidad de pequeños organismos como los ciempiés, las arañas o las cochinillas.

Las especies vegetales más comunes en este tipo de bosque son los robles, las hayas, los abedules, los olmos y los avellanos. Sobre el suelo crecen diferentes tipos de plantas entre las que se encuentran las fresas y las frambuesas silvestres, los arándanos y las azucenas, por citar algunos. Este tipo de bosque da albergue a una inmensa fauna tanto de aves como de insectos, reptiles y mamíferos como el zorro, el tejón, el gato montés, los topos, los ciervos, los ratones y los jabalíes.

El espinar o selva seca

Esta se localiza principalmente en Suramérica. Se caracteriza por la presencia de cactus, vegetación arbórea, arbustos y matorrales. La fauna que la habita es del mismo tipo que la que se encuentra en los desiertos.

La selva amazónica

Esta, junto a la taiga, constituye la mayor masa forestal del planeta, y por lo mismo, se le conoce como pulmón de la Tierra. Esta selva se encuentra al norte de Colombia en límites con Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia. La dependencia que tiene esta selva del río Amazonas con todos sus afluentes es determinante.

Como cualquier otro tipo de selva o bosque, presenta sobre el suelo una capa muy delgada de humus o capa terrestre, por lo que no es apta para la agricultura, de ahí que cuando se desmonta la selva para establecer sembradíos, éstos producen pocas cosechas, lo que hace que los campesinos busquen una nueva zona para desmontarla.

Amenazas de los bosques

Con la urbanización, que multiplica la construcción de pueblos y pequeñas ciudades, empieza una cadena de deterioro. Las carreteras permiten la entrada de enormes vehículos que pueden transportar grandes cantidades de árboles, con lo que la tala adquiere proporciones daños ecológicos.

El ruido y la producción de contaminantes, así como la generación de incendios deliberados o accidentales, ponen en riesgo la flora y la fauna del lugar, la deforestación genera una rápida erosión del suelo, y lo que era una cerrada selva puede convertirse pronto en un inmenso desierto si no se toman las medidas pertinentes para frenar su deterioro.

 
 
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